En un incidente ocurrido en Arrabal de Portillo, en la provincia de Valladolid, la Fundación Franz Weber ha expresado su preocupación por la cercanía de un menor a sufrir la embestida de uno de los toros utilizados en los encierros, considerando la situación como extremadamente grave. La organización ha instado a la Junta a asumir responsabilidades, ya que la familia, incluido el niño, se encontraba en una zona sin medidas de seguridad.
Según la Fundación, este incidente pone de manifiesto la falta de control en materia de seguridad en eventos taurinos realizados en espacios públicos en Valladolid. La familia se encontraba detrás de una barrera justo en la entrada de una localidad cuando el toro se aproximaba.
La Fundación Franz Weber ha criticado que el incidente se haya atribuido a la escape del toro del recorrido establecido, considerando esta explicación como un insulto a la inteligencia y como evidencia de errores en la planificación y gestión de riesgos. La falta de un protocolo de emergencia efectivo para situaciones como esta resulta alarmante.
Un video publicado en redes sociales muestra la falta de reacción de los adultos presentes en la escena, lo que los naturalistas señalan como una falta de preparación para enfrentar situaciones de riesgo repentinas.
Los naturalistas han señalado que en Castilla y León existe una ley que prohíbe la participación de menores en actividades que puedan ser perjudiciales para su integridad física o moral, lo cual incluye eventos violentos como los encierros taurinos.
Ante estas circunstancias, la Fundación Franz Weber, con estatus consultivo ante el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, ha solicitado explicaciones al gobierno autonómico y ha planteado la posible responsabilidad de los adultos que expusieron al menor a esta situación de peligro.
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