Las organizaciones profesionales agrarias convocadas por Asaja, la Alianza UPA-COAG y la Unión de Campesinos (UCCL) de Castilla y León están preparando una protesta el próximo día 15 de junio en Valladolid para exigir ayudas urgentes para un campo devastado por las consecuencias de la sequía.

Los agricultores y ganaderos de toda la Comunidad Autónoma están llamados a esta manifestación que tendrá lugar desde la Delegación del Gobierno de España hasta la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, ya que las demandas de los convocantes afectan a ambas administraciones.

Los organizadores señalan que las estimaciones para la cosecha en Castilla y León coinciden en que será de las peores de los últimos años, al nivel de la mala campaña de 2017. Además, los precios de los piensos, la paja y el forraje se encuentran a precios desorbitados nunca antes conocidos.

Todas estas dificultades están llevando al desánimo al campo, especialmente porque lo peor está por venir. Tanto en el plano ganadero, puesto que hay que seguir alimentando día a día a los animales, como en el agrícola, porque las cuentas están ya en números rojos y en septiembre hay que afrontar una nueva campaña sin liquidez.

Por todo ello, las organizaciones agrarias reclaman unas ayudas directas y urgentes que ofrezcan oxígeno a los agricultores y ganaderos para mantener sus explotaciones. También piden una revisión completa de los requisitos de la nueva PAC, que están suponiendo una dificultad y costes añadidos al trabajo de los profesionales, aumentando la carga burocrática sin más lógica que la administrativa.

Asimismo, los convocantes de la protesta piden la implicación de Bruselas, a la que instan a activar la reserva de crisis de la PAC para proteger al sector agroganadero español.

Por un lado, al Ministerio de Agricultura, los convocantes reprochan que han propuesto medidas insuficientes, y que además penalizan a Castilla y León, con unas ayudas ganaderas que son la mitad de lo que recibirán otras comunidades autónomas. Por otro lado, la Consejería de Agricultura y Ganadería, por ahora, no ha concretado ni presupuestado un solo euro para paliar el desastre que vive el campo de la comunidad.