Crónica Castilla y León.

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Águila imperial ibérica avistada en 160 localidades.

Águila imperial ibérica avistada en 160 localidades.

VALLADOLID, 9 Dic. — La comunidad de Castilla y León ha alcanzado un logro significativo en la conservación de la fauna autóctona, al registrar un "máximo histórico" de población del águila imperial ibérica. Este incremento ha llevado a las parejas reproductoras a crecer de apenas 16 entre 1997 y 1999 a más de un centenar de territorios a partir de 2019, superando incluso los 160 territorios en 2023.

Los datos son reveladores y provienen del censo de águila imperial ibérica llevado a cabo en 2023 por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente, así como por agentes y celadores medioambientales. Cabe destacar que esta especie ha sido objeto de un seguimiento minucioso y constante durante varias décadas en la región de Castilla y León, lo que resalta el compromiso con la conservación de su hábitat.

Analizando más a fondo, se observa que la población del águila imperial ibérica ha experimentado una evolución notable. Desde el mínimo histórico de solo 16 parejas en el periodo de 1997 a 1999, la especie ha ido en aumento: 29 territorios en 2005, 45 en 2010, 68 en 2015, hasta superar la centena a partir de 2019. Este crecimiento no solo es contabilizado, sino que también se ha visto reflejado en la expansión de su área de distribución.

En 2023, el censo confirmó 160 territorios en Castilla y León, con una distribución representativa entre varias provincias: Segovia con 51 territorios; Ávila con 42; Valladolid con 35; Burgos con 11; Zamora con 10; Salamanca con 8 y Palencia con 3 territorios. Este fenómeno indica no solo un aumento en el número de parejas, sino también una recuperación de su hábitat natural.

Este espléndido aumento poblacional va de la mano de una ampliación considerable del área de distribución del águila imperial. En efecto, la especie ha pasado de contar con parejas reproductoras en solo 16 cuadrículas UTM de 10x10 kilómetros en 1998, a alcanzar las 114 cuadrículas en 2023. Esta tendencia "positiva" es un reflejo de la efectividad de las medidas de gestión y conservación implementadas.

Entre las estrategias adoptadas se encuentran la alimentación suplementaria en ciertos territorios, la monitorización y mitigación de la mortalidad provocada por la colisión y electrocución en tendidos eléctricos, así como la aplicación de prácticas de gestión forestal sostenible en montes públicos y privados. Este enfoque integral ha sido clave para la preservación de la especie.

Otro factor importante en la recuperación de esta emblemática ave está relacionado con el aumento de las poblaciones de conejo silvestre en áreas específicas de la cuenca del Duero. El inicio de estas medidas se remonta a 2003, cuando la Junta de Castilla y León implementó el primer plan de recuperación para el águila imperial, definiendo 24 áreas críticas en 11 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en las provincias de Ávila y Segovia.

No obstante, es esencial señalar que, con el aumento poblacional y la expansión de su área de distribución, en el año 2023 solo el 12,5 por ciento de los territorios de nidificación, es decir, 20 territorios, coinciden con las áreas críticas definidas en 2003. Esto pone de manifiesto la necesidad de revisar y actualizar estas zonas y sus criterios de designación, adaptándolos a la realidad actual de la especie.

Aun así, otros espacios han demostrado ser igualmente eficaces en la protección del águila imperial. Aproximadamente el 60 por ciento de los territorios identificados en 2023 se encontraban en Zonas de Especial Protección, Zonas de Especial Conservación, montes gestionados por la Junta de Castilla y León o en montes con planificación forestal vigente. Este contexto resalta el valor de las políticas de conservación en curso.

En el desglose de los 160 territorios del censo de 2023, el 29 por ciento se encontraba en montes gestionados por la Junta bajo un marco de planificación forestal adecuado. Además, el sustrato empleado para la nidificación en 128 de estos territorios revela que un 69 por ciento pertenecía a distintas especies del género Pinus, mientras que un 19,5 por ciento correspondía al género Populus.

La Junta ha enfatizado la necesidad de seguir aplicando criterios de gestión forestal sostenible a través de los instrumentos de planificación y ordenación forestal, tanto en montes públicos como privados, para asegurar el futuro de esta especie emblemática y continuar con el éxito en su conservación en Castilla y León.