VALLADOLID, 4 Oct.

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha reivindicado el "trabajo digno de todos" para hacer viable "una vida familiar y popular donde resplandezca el bien común".

Lo hizo por medio de una carta y con ocasión de la celebración, este viernes 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, a la que la Iglesia de Valladolid se aúna por octavo año consecutivo, comunica la archidiócesis por medio de un aviso remitido a Europa Press.

En el, Argüello charla sobre la dignidad de la persona que, apunta, es "integral y también inseparable y se expresa en el ser, en la manera de querer y en el llevar a cabo". "El cambio de época que vivimos revuelve las aguas de los tres campos: la antropología, el matrimonio y la familia y el trabajo. El trabajo que exprese y cultive esta dignidad integral es al que tenemos la posibilidad de denominar trabajo aceptable", profundiza.

De ahí, resalta, la relevancia de tener en consideración las condiciones laborales, el respeto a la vida familiar, la seguridad en el trabajo y la situación de muchos trabajadores inmigrantes y sin papeles que habrían de ser "regularizados". "Pero no solo. Es precisa una enorme transformación en el respeto a la dignidad de la vida humana, en los estilos de vida y en la manera de ordenar la vivienda común", apela.

Para el arzobispo la presente "enorme crisis" de transformación del trabajo, en la novedosa etapa de la revolución tecnológica, hace meditar ciertos que sobran trabajadores; y la precisa reducción cuantitativa del consumo para garantizar "la sostenibilidad" del mundo hace asegurar a otros que sobran usuarios. De ahí, prosigue, la insistencia de la Agenda 2030 en supervisar y reducir la natalidad.

"Como destaca el papa Francisco en su iniciativa de una exclusiva economía, que él llama economía de Francisco, es precisa una contestación integral: un plan económico, popular y espiritual; personal y comunitario. La dignidad de la persona pide su promoción por medio de toda actividad humana, el trabajo y el empleo. Y retribuir muchas ocupaciones similares con el precaución de la vida por medio de un salario familiar", ha añadido.

En esta Jornada, la interfaz 'Iglesia por un trabajo aceptable' anima a la acción, 'sin deber no hay trabajo aceptable' enseña Argüello que afirma que este deber debe de contestar a un "plan para vivir la caridad popular y política, alumbrados por la Doctrina popular de la Iglesia, a fin de que resplandezca la prioridad del trabajo sobre el capital como afirma San Juan Pablo II en Laborem exercens, como clave para la transformación de la economía y de los estilos de vida, para lo que se precisa conversión y acción".

"La presencia y testimonio en la plaza pública, al que nos anima el sendero sinodal, debe de llevar a cabo aparente nuestros compromisos que, en la línea marcada por el plan, contribuyan al trabajo digno de todos que realice viable una vida familiar y popular donde resplandezca el bien común", concluye.

Con el lema 'Sin deber no hay trabajo aceptable', en varias diócesis se organizan diferentes actos con la meta de visibilizar el trabajo indecente y reivindicar el trabajo como derecho y actividad para el precaución de la gente, del bien común y del mundo.

En Valladolid, el acto va a consistir en la celebración de la Eucaristía a las 19.00 horas en la parroquia del Beato Florentino y más tarde efectuar un recorrido por el ambiente con el lema 'Avanzamos por el trabajo aceptable' que concluirá con la lectura del manifiesto común.

La gente que lo deseen, que individualmente, o con otros, paseen o corran ese día o el objetivo de semana con el dorsal que tienen la posibilidad de bajar en https://www.iglesiaporeltrabajodecente.org/días-claves/7octu... y registrar en exactamente la misma página la distancia transitada.

"La idea Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) espera que esta celebración ayuda para tomar conciencia y seguir en un deber períodico y diario por un trabajo aceptable", agregan desde la archidiócesis.