MADRID, 9 Oct.
El paleoantropólogo y biólogo José María Bermúdez de Castro ha ingresado este domingo 9 de octubre en la Real Academia Española para ocupar la silla K, vacante desde el fallecimiento de Federico Corriente el 16 de junio de 2020, con un alegato en el que tuvo un recuerdo para la sepa de mujeres que aguantó la institución a lo largo de múltiples años.
"No está de sobra señalar que Carmen Conde accedió a la silla K nada menos que 266 años tras la creación de esta institución. Es muy lamentable que a lo largo de múltiples una cantidad enorme de años y prácticamente en todos y cada uno de los rincones de nuestro mundo, nosotros, los hombres, hayamos prescindido de medio talento que acumula la raza humana", ha señalado a lo largo de su intervención.
Con un alegato bajo el título 'Naturaleza, cultura y evolución', Bermúdez de Castro ha recibido la bienvenida representando a la empresa el académico y vicedirector de la RAE José Manuel Sánchez Ron en un acto festejado en el salón de actos de la institución encabezada por Santiago Muñoz Machado.
El Pleno de la Real Academia Española escogió como académico a José María Bermúdez de Castro en la sesión del 16 de diciembre de 2021. Su candidatura fue presentada por los académicos Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron y Pedro García Barreno.
"Me siento en deuda con ellos y con todos los otros integrantes de esta institución, que llegasteis a apreciar mis méritos como suficientes para tener el honor de formar parte a la Casa de la lengua de españa; indudablemente, el mayor tesoro del que tenemos la posibilidad de sentirnos orgullosos", ha apuntado.
El paleoantropólogo tuvo expresiones en su alegato asimismo para rememorar que "no existe tanta distancia ni física ni cultural entre los distintos pueblos que se asoman al Mediterráneo, por más que se desee distinguir el planeta de oriente de todo el mundo de occidente".
"Los humanos, de qué forma no, contamos nuestro nicho ecológico. Podríamos realizar una extendida lista de los aspectos biológicos que determinan nuestro papel en los ecosistemas terrestres.
Pero uno de esos componentes, la civilización, es predominante sobre todos los otros. Definir la civilización o, mucho más bien, localizar un concepto que sea del gusto de todo el planeta es labor prácticamente irrealizable", ha apuntado.
En todo instante ha reiterado que su alegato no está "alineado de ningún modo" con el llamado determinismo biológico o genético, proposición que "aboca a admitir sin antídoto la tiranía de los genes". "Llevado a sus planteamientos mucho más extremos, el determinismo biológico justifica el racismo, la superioridad de unos individuos sobre otros, la exención de compromiso en las acciones humanas y también, aun, al convencimiento de la superioridad masculina", ha alertado el nuevo académico.
"Me preocupa, sin embargo, que de la aceptación de un determinismo biológico a ultranza pasemos al máximo contrario y rechacemos o minimicemos el papel del ADN en el hombre. Nuestras adaptaciones biológicas, que no son escasas, son indispensables para la vida a pesar de que no reparemos en ellas", ha concluido en su intervención.
José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Licenciado y doctor en Biología por la UCM, asimismo fue instructor en exactamente el mismo centro (1982-1990), tal como en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) desde 1999.
Actualmente ejercita como coordinador del Programa de Paleobiología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), es instructor honorario del University College de Londres y covicepresidente de la Fundación Atapuerca. Es académico pertinente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Galicia, y en 2010 fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Burgos.