Isabel Blanco, quien ocupa el cargo de vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y es consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, ha subrayado la importancia crucial de la economía social. Según Blanco, esta economía se configura como un motor esencial para la cohesión territorial y demográfica en la región, además de ser fundamental para facilitar la integración laboral de las personas con discapacidad.
Durante su intervención, la consejera puso especial énfasis en el sólido vínculo que las empresas de economía social mantienen con el entorno rural. Estas empresas son consideradas piezas clave para la fijación de la población en una comunidad que cuenta con un total de 257 centros especiales de empleo y 368 centros de trabajo, así como 19 empresas de inserción. Desglosando estas cifras, Blanco reveló que el 62,7 por ciento de dichas entidades se encuentran en zonas rurales y localidades intermedias, donde también opera el 60 por ciento de la fuerza laboral relacionada.
Este mensaje central fue transmitido por la vicepresidenta durante la ceremonia de entrega de los XV 'Premios al Cooperativismo y la Economía Social'. En este evento, destacó la inversión significativa de 418 millones de euros, que será destinada al nuevo Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades para las personas con discapacidad, el cual abarca el periodo 2024-2027 y se centra en la atención a adultos y en la promoción del empleo para este colectivo.
Blanco recordó que el principal propósito de la Junta, con la inyección de estos 418 millones, es brindar apoyo y fomentar el empleo, atendiendo las necesidades específicas que demandan las personas con discapacidad. Para ello, se han diseñado itinerarios de formación y de inclusión sociolaboral, cuya financiación se ha amplificado en un 80 por ciento, con el objetivo de lograr una inclusión que supere en un 30 por ciento los niveles actuales.
La cifra estimada de personas con discapacidad que podrán acceder a un empleo a través de los itinerarios de inserción sociolaboral de la Junta asciende a cerca de 11.500, lo que representa un aumento de 2.600 personas en comparación con el plan anterior. Este proyecto está vinculado a diversas iniciativas más allá del ámbito laboral, como la figura del asistente personal, encargado de facilitar la integración social, así como la asistencia en la búsqueda de una vivienda que permita a estas personas llevar una vida independiente.
La vicepresidenta Blanco se comprometió a continuar generando oportunidades, empleo y riqueza en Castilla y León, dedicando una atención particular a las personas con discapacidad y a las empresas que se dedican a crear estas oportunidades.
En la décima quinta edición de los premios, los galardonados en las distintas categorías fueron: la cooperativa Porsiete, reconocida como la mejor empresa cooperativa; Bodegas La Milagrosa, distinguida por su iniciativa cooperativa; el Centro Especial de Empleo Ensuma de la Fundación Intras, premiado como la mejor empresa en otras formas jurídicas de economía social; y Jesús Mazariegos, reconocido por su destacada contribución al desarrollo del cooperativismo y la economía social.
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