En la mañana del 17 de noviembre, Castilla y León ha destacado nuevamente en el ámbito meteorológico, al registrar cuatro de las diez temperaturas más bajas de todo el país. Este fenómeno, que no es inusual para la región, pone de manifiesto la diversidad climática que presenta España, especialmente en esta época del año. La temperatura más fría a nivel nacional se registró en la estación de Esterri d'Àneu, ubicada en la provincia de Lleida, donde el termómetro marcó un gélido -1,4 grados.
El segundo puesto en este escalafón de mínimas se lo llevó Benasque, en Huesca, con -1,2 grados. A estos lugares se unieron Vall de Boí y Martinet, ambos en Lleida, que compartieron la misma lectura, alcanzando -0,9 grados. Un hito meteorológico también se efectuó en la estación de Sanabria Robleda-Cervantes, en la provincia de Zamora, donde se registró una temperatura de -0,6 grados, posicionándola como una de las más frías del día.
La lista continúa con Aguilar de Campoo, en Palencia, que ocupó el sexto lugar al reportar -0,5 grados. Esto refleja la realidad inminente del invierno en la comunidad, donde las temperaturas están comenzando a descender. Además, la estación de Sant Pau de Segúries, en Girona, se colocó séptima con una mínima de 0 grados, mostrando que las olas de frío no son exclusivas del norte de España, pero sí se manifiestan con más severidad en las zonas montañosas.
Finalmente, las temperaturas de Villablino en León y Sigüenza en Guadalajara, que registraron 0,1 y 0,2 grados respectivamente, junto con el Aeropuerto de Salamanca, que también anotó 0,2 grados, completan la lista de las localidades que sufrieron el embate del frío, reafirmando que la llegada del invierno se siente en gran parte del territorio nacional. Es crucial estar preparados para el descenso de temperaturas que se avecina, teniendo en cuenta los desafíos que estos climas pueden representar para la vida diaria de los ciudadanos.
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