SEGOVIA, 1 Nov.
Alrededor de 500 personas se han concentrado este martes en la Plaza Mayor de Segovia en repulsa por el supuesto asesinato de Olivia, la pequeña de seis años cuyo cadáver fue hallado en cama de un piso de Gijón al lado de su madre, en este momento detenida.
La Asociación de Custodia Compartida de Segovia ha convocado el acto, en el que estuvo presente el padre de Olivia, Eugenio García, quien este martes a mediodía fué arropado por la ciudad segoviana de Torrecaballeros, pueblo con el que la pequeña se encontraba enlazada al residir ahí su familia paterna.
En la concentración en la plaza mayor de Segovia, asimismo participaron múltiples integrantes de la asociación convocante, incluyendo el presidente, Néstor Fernández, que han portado una pancarta donde se podía leer "Olivia, siempre y en todo momento en nuestro recuerdo".
Tras almacenar cinco minutos de silencio, la gente presentes han puesto candelas al lado del nombre de Olivia dibujado en el suelo con candelas blancas.
Por su parte, el padre de la pequeña ha señalado que la situación "le abruma" y que la auténtica personaje principal "de todo lo mencionado" es Olivia, quien "se ha mudado a otro lugar".
Asimismo, el padre ha recordado que llevaba cinco años peleando "infatigablemente" por la custodia que logró el viernes, en el momento en que ha podido "jurar al fin" a la pequeña que "volvía a casa".
A su vez, ha señalado que a él le tocaba todo el puente estar con Olivia pero que con la sentencia se invirtieron los papeles y le tocaba a la madre. Por ello, llevó a la pequeña a Gijón el sábado por la mañana, la última vez que la vio.
Para terminar, ha subrayado que le agradaría que le guardasen en una vitrina en un museo, tal y como si fuera "algo del pasado", con una placa donde se pudiese leer que es "el último padre que sepultó a su hija por un sin ningún sentido".
Por su parte, Fernández ha incidido en que no tiene que ver con una "guerra de hombres y mujeres", si no que es una de "gente mala contra gente buena". Posteriormente, se han guardado cinco minutos de silencio molestados por un aplauso popularizado.