BURGOS, 4 Ago.

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha ratificado la pena a tres años de prisión a un vecino de la ciudad burgalesa de Aranda de Duero por un delito de tráfico de drogas.

De este modo, asegura la sentencia de la Audiencia Provincial de Burgos y desecha íntegramente el recurso interpuesto por el culpado contra la resolución dictada el pasado 17 de marzo.

El hombre fué culpado como creador de un delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico de substancias que ocasionan grave daño a la salud, con la concurrencia de la atenuante de drogadicción.

El Alto Tribunal asegura la pena de tres años de internamiento, una auxiliar de inhabilitación particular para el derecho de voto pasivo a lo largo del tiempo como condena y una multa de 3.511 euros.

Los hechos se remontan a la madrugada del pasado 26 de abril, en el momento en que el acusado estaba en la calle Tenerife de la villa arandina, más allá de estar decretado el Estado de Alarma, y al percatarse de la presencia policial, se ingresó en un callejón adyacente.

Los agentes se desplazan hasta el sitio para solicitarle explicaciones por no cumplir las limitaciones fijadas por el Gobierno pero, frente su estado de nerviosismo, le requirieron enseñar el contenido de sus bolsillos.

Al revisar que portaba las llaves de un vehículo estacionado en las inmediaciones, los policías se dirigieron hasta el vehículo, donde hallaron un bulto prensado de substancia estupefaciente.

En un análisis posterior, esta substancia arrojó un peso de 296,02 gramos de anfetamina, con 16,24 por ciento de pureza, lanzando un precio total de 11.947,36 euros.