VALLADOLID, 26 Oct.
La Audiencia de Valladolid ha culpado a un año de prisión a un hombre, cuya identidad responde a las iniciales P.H.M, por un delito de lesiones en el ámbito de la crueldad de genero, específicamente por ofrecer a su pareja "una guantá" el mes pasado de febrero, término que en el juicio empleó nuestro culpado al admitir el golpe propinado a la víctima.
En su sentencia, el tribunal, en frente de la solicitud de ocho años de prisión del fiscal del caso por un delito de detención ilegal, con la agravante de vínculo, y por otros 2 de lesiones en el ámbito de la crueldad de género, en los dos casos con la agravante de reincidencia, ha resuelto condenarle por entre los 2 delitos de lesiones y absolverle del resto, según detallaron a Europa Press en fuentes jurídicas.
La condena, amén del año de prisión ahora mencionado, establece la medida de alejamiento respecto de la víctima por espacio de tres años a no menos de 500 metros y a hacer llegar con ella por cualquier procedimiento por idéntico espacio de tiempo, adjuntado con el pago a Sacyl de 941,91 euros por la asistencia prestada a la lesionada.
Se da la coyuntura de que el culpado continuaba preso desde el instante en que se generaron los hechos pero el día del juicio, la semana pasada, el tribunal ahora dictó un coche para la puesta en liberad de P.H.M, lo que hacía atisbar que el fallo condenatorio establecería una lástima muy inferior a la pedida por la acusación pública, como de esta forma ocurrió por último.
Los hechos se comenzaron sobre las 20.00 horas del día 23 de febrero del presente año en un piso de la en el centro calle Santiago en el momento en que, en el curso de una discusión entre la pareja, el acusado dió a su novia "una guantá", golpe que, según adujo el culpado instantaneamente del juicio oral, le dio pues ella se había puesto muy combativa ahora deseaba salir de casa para obtener cocaína.
La víctima denunció que se vio imposibilitada de dejar el inmueble pues el acusado había cerrado la puerta con llave, hasta el momento en que sobre las 09.00 horas del 24 de febrero ella, utilizando que su pareja se encontraba mucho más relajado, logró soliciar auxilio a una vecina por medio de una ventana que daba al patio interior y esta última dio aviso a la policía.
Una vez personada la policía en la vivienda, el acusado abrió la puerta y ella salió al acercamiento de los agentes para denunciar las agresiones sufridas--presentaba varias desgastes y hematomas que precisaron asistencia sanitaria--y la detención que aseguraba haber sufrido desde la tarde previo.