VALLADOLID, 22 Dic.
La Policía Nacional ha detenido en Valladolid a un hombre al que se le imputan los delitos de detención ilegal, hurto con crueldad y estafa puesto que simuló estimar rentar una vivienda y a lo largo de la visita al piso amordazó a la trabajadora de una inmobiliaria para hurtarle la tarjeta de crédito y sacar dinero de un cajero.
Además de esto se le imputan los delitos de atentado a agente de la autoridad, daños y quebrantamiento como condena al no haberse reincorporado a la prisión de Topas, en Salamanca, tras un permiso carcelario, conforme han informado fuentes de la Policía Nacional.
Los hechos se generaron en la tarde del pasado martes en el momento en que una mujer denunció ser víctima de una detención ilegal y de un hurto entre otros muchos delitos.
A la primera hora de la mañana del 20 de diciembre un varón asistió a una inmobiliaria del centro de la región pues precisa rentar una casa con lo que concertó una visita a un inmueble horas después.
En el momento acordada los dos, el hombre y la trabajadora, accedieron a la vivienda discurriendo la visita con total normalidad hasta el momento en que llegaron al último dormitorio, instante en el que el varón se lanzó contra ella agarrándole por detrás el cuello, forcejando la mujer frente a la contrariedad para respirar.
El detenido arrojó a la mujer contra la cama, si bien cayó al suelo y se golpeó la cara, mientras que el atacante proseguía agarrándola y pidiendo que que hiciese todo cuanto él la mandaba.
Más tarde el sujeto amordazó y maniató a la víctima con cinta de america y una vez inmovilizada, el atacante registró las pertenencias de la mujer llevándose el móvil de la compañía, una tarjeta de crédito de la víctima y el dinero en efectivo que portaba, además de esto, de que bajo amenaza, le solicitó el número PIN de la tarjeta, lo que la mujer
presa del pavor le dio.
El varón se fue dejando atada a la mujer en la vivienda y en el momento en que regresó dio a comprender a la denunciante que había sacado el
dinero con la tarjeta (600 euros) y empezó a amenazarle: "Ahora está hecho, no denuncies a la policía ni al banco, regresa a tu trabajo con normalidad y no se lo cuentes a absolutamente nadie. Sé dónde vives tú y tu familia y voy a controlarte. No des de baja la tarjeta ni la denuncies en unos días".
Una vez fue liberada la mujer volvió a su rincón de trabajo donde su jefe, observando el estado en el que se encontraba la llevó al hospital -donde le diagnosticaron un politraumatismo- y más tarde a interponer la pertinente demanda.
Una vez en dependencias policiales los agentes con el apoyo de la víctima lograron detectar al atacante.
Gobernantes de Policía Nacional comenzaron un dispositivo de búsqueda del sujeto reconocido, al que encontraron a 20 metros de la vivienda donde se habían producido los hechos esa mañana.
El hombre llevaba bolsas con comida y bebida con la clara intención de quedarse a pernoctar en la vivienda y en el instante de su detención, empezó a exaltarse y forcejear con los policías, prestando enorme resistencia y crueldad.
En el cacheo que se le efectuó se le intervinieron entre otros muchos efectos un juego de llaves y se verificó que correspondían con ese inmueble que había visitado con la trabajadora de la inmobiliaria, aparte de que en entre las habitaciones se encontraba la bolsa con las
pertenencias del detenido.
A lo largo del traslado del detenido hasta dependencias policiales y una vez en ellas, su actitud fue todo el tiempo desafiante, llegó a escupir a los agentes y golpeó el vehículo policial ocasionando daños dentro suyo.
Tras pasar predisposición de la Autoridad Judicial esta ha preciso su reingreso en el centro carcelario