Los valientes agentes de la Policía Nacional lograron controlar a los dos agresores tras hacer uso de un inmovilizador eléctrico para restablecer el orden en una situación crítica.

VALLADOLID, 15 de diciembre.

En un preocupante incidente que resalta la creciente descomposición social, la Policía Nacional ha arrestado a dos hombres, quienes son considerados presuntos responsables de un delito de lesiones. Estos individuos agredieron a su compañero de piso con un cuchillo, hiriéndolo en el brazo y en el costado, todo ello a raíz de una discusión provocada por el volumen de la música en su hogar, ubicado en la calle Joaquín Velasco Martín de Valladolid.

El altercado tuvo lugar en la madrugada en el hogar compartido por la víctima y los dos detenidos, quienes ocupaban habitaciones alquiladas en la misma vivienda. Según el testimonio de la víctima, decidió confrontar a los agresores para pedirles que bajaran el volumen de su música, ya que había intentado dormir sin éxito debido al ruido excesivo.

La respuesta de los agresores fue desafiante y violenta. Cada uno de ellos empuñó un cuchillo, y uno de los atacantes infligió múltiples cortes en un brazo a la víctima, mientras el otro lo amenazaba apuntándole con el cuchillo en el cuello. La víctima, aterrorizada y temiendo por su vida, se vio obligada a escapar de la vivienda, tal como informaron las autoridades en un comunicado a través de Europa Press.

La intensa discusión y los ruidos que emanaban del lugar no pasaron desapercibidos para algunos vecinos, quienes decidieron actuar y comunicarse con la sala CIMMAC del 091. En respuesta a la alarma, varios patrullas policiales se trasladaron al sitio. Allí, un equipo de la Policía Local atendió a la víctima y solicitó la intervención de servicios sanitarios para tratar las lesiones que presentaba.

Paralelamente, los agentes de la Policía Nacional se dirigieron a la puerta del domicilio de los agresores. Ante la negativa de estos a abrir, los policías aprovecharon las llaves que la víctima les había proporcionado, y con su consentimiento, ingresaron a la vivienda. Dotados de un escudo balístico y un inmovilizador eléctrico, los agentes avanzaron cautelosamente por las habitaciones en busca de los presuntos culpables.

En una de las estancias, los policías lograron localizar a uno de los agresores, quien fue reducido y puesto fuera de combate. Sin embargo, el segundo atacante se había atrincherado en la última habitación del inmueble.

Como la puerta de dicha habitación estaba cerrada, los agentes se vieron obligados a derribarla. Después de reiteradas advertencias, y dado que el detenido se negó a seguir las instrucciones de los policías, los agentes procedieron a inmovilizarlo en el suelo para garantizar la seguridad de todos.

Finalmente, la víctima fue trasladada al Hospital Clínico Universitario de Valladolid para recibir atención médica por sus heridas, las cuales, aunque inicialmente no parecían graves, requerían una evaluación detallada por parte de los médicos. En cuanto a los dos detenidos, han sido puestos a disposición de la autoridad judicial, la cual ha decidido no mantenerlos en prisión y ha ordenado su libertad.