Crónica Castilla y León.

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Dos años de prisión por agredir a un vecino en Rioseco que perdió el sentido del olfato.

Dos años de prisión por agredir a un vecino en Rioseco que perdió el sentido del olfato.

En un reciente fallo judicial, la Audiencia de Valladolid ha determinado que el joven Óscar M.C. deberá cumplir una pena de dos años de prisión por un delito de lesiones que cometió contra Rubén L.B., ambos residentes de Medina de Rioseco. Este incidente violento tuvo lugar frente a un bar local, donde Rubén L.B. recibió un contundente puñetazo en la cara, resultando en una fractura de los huesos propios de la nariz.

La decisión del tribunal contrasta notablemente con las pretensiones de las partes acusatorias, que habían solicitado penas que oscilaban entre los ocho y nueve años de prisión. Sin embargo, el tribunal no consideró demostrada la existencia de una agravante que podría haber incrementado la pena, consistente en la supuesta pérdida del sentido del olfato que habría padecido la víctima tras el golpe. La falta de evidencia concluyente acerca de esta secuela fue un punto fundamental en la resolución del caso.

Los magistrados fundamentaron su decisión en el hecho de que, aunque Rubén reclamó una pérdida de olfato compatible con las lesiones sufridas, no se presentó ninguna prueba médica que corroborara que dicha pérdida era real y persistente. El tribunal adoptó una postura acorde al principio de ‘in dubio pro reo’, que respeta el derecho a la presunción de inocencia, lo que les llevó a condenar solamente por lesiones en virtud del artículo 147.1 del Código Penal, excluyendo la aplicación del artículo 149 que penaliza la pérdida de un órgano o sentido.

Como resultado de esta sentencia, además de los dos años de prisión, Óscar M.C. deberá indemnizar a Rubén L.B. con 7.890 euros, monto que comprende también los gastos médicos derivados de su atención sanitaria. En otra parte del fallo, la víctima fue absuelta de un delito de lesiones leves que le había sido imputado por su agresor en un hecho contraproducente para su acusación.

El tribunal también tuvo en cuenta el testimonio de dos forenses que ofrecieron un informe pericial en el que, aunque indicaron que la fractura facial sufrida por Rubén L.B. podría estar relacionada con la anosmia, no se mostraron enérgicos al afirmar que realmente padecía una pérdida total o parcial del sentido del olfato a causa de la agresión.

Las expertas señalaron que existían pruebas tanto subjetivas - basadas en lo que reportó el propio injuriado - como objetivas, aunque estas últimas eran en su mayoría experimentales y difíciles de interpretar. Ello llevó a la conclusión de que la anosmia "no ha podido ser objetivamente probada", un argumento que el tribunal tuvo muy presente al emitir su decisión.

Por su parte, la defensa del acusado, liderada por la abogada Carmen Hedrosa, se sustentó en este informe forense para solicitar la absolución de Óscar M.C., al tiempo que en caso de condena pedía una pena sensiblemente menor a la solicitada por las partes acusadoras. A esto se sumaron diversas atenuantes, incluyendo el haber actuado bajo la influencia de drogas y alcohol, además de las dilaciones en el proceso.

La letrada también recordó que Rubén L.B. había sido víctima, en un accidente de tráfico en 2012, de lesiones similares que podrían, según la defensa, haber contribuido a la supuesta anosmia que no está probada en este juicio.

Respecto a las circunstancias de la agresión, Óscar M.C. relató que todo ocurrió alrededor de las 20:30 horas del 5 de octubre de 2021 frente al bar ‘Alexander’, en la calle Ruedo. El atacante justificó su intervención al decir que se preocupaba por el alboroto causado por un vecino llamado Jonathan, quien le debía dinero y se encontraba en estado de embriaguez.

En sus declaraciones, Óscar reconoció que había estado lidiando con problemas económicos que lo llevaron a consumir alcohol y drogas, lo cual influyó en su ánimo en ese momento. Según su versión, el conflicto se intensificó después de que Rubén L.B. lo insultara, lo que llevó a una confrontación física en la que ambos hombres terminaron en el suelo, dándose golpes y patadas.

Contrario a la versión de Óscar, Rubén L.B. afirmó que su intención era mediar en el altercado entre Óscar y Jonathan, pero que recibió un puñetazo sin previo aviso, lo que lo llevó a sufrir las severas lesiones en su rostro. Relató que, incapaz de defenderse, trató de protegerse de los golpes que continuaron arremetiendo contra él.

Testigos presenciales también corroboraron el relato de Rubén, indicando que, aunque uno de ellos no presenció el inicio de la pelea, sí llegó a ver a Rubén L.B. malherido en el suelo, tratando de protegerse de las patadas de su agresor. Resulta sorprendente que la situación judicial no solo afectara al supuesto agresor, sino que Rubén L.B. también enfrentó acusaciones, solicitando sin éxito una indemnización por las lesiones que él también sufrió durante la pelea.