Las acusaciones pública y especial piden condenas de entre trece años y medio y quince años y medio de prisión
VALLADOLID, 13 Mar.
La Audiencia de Valladolid ha festejado este lunes la primera día del juicio contra un varón cuya identidad responde a las iniciales D.D.J, acusado de un delito de abusos continuados sobre una pequeña de 8 años, hija de su pareja, entre los meses de diciembre de 2019 y febrero de 2020 en Cubillas de Santa Marta.
La visión, que se ha creado a puerta clausurada, ha contado con el testimonio del encausado, quien se ha proclamado inocente de todos y cada uno de los cargos y ha atribuido la demanda de la menor a su negativa a moverse con él y su madre biológica a Vitoria, donde los dos procuraban trabajo.
La madre de la pequeña, que estaba separada y tenía la custodia compartida, había iniciado una exclusiva relación con el en este momento acusado, con quien vivía en una vivienda móvil inteligente o 'movil home' en el camping de Cubillas de Santa Marta, donde se habrían registrado los hechos, según detallaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Allí, según las acusaciones pública y especial, esta última ejercida por el padre de la presunta víctima, el acusado habría abusado en múltiples oportunidades de la pequeña ingresando sus dedos en la vagina de ésta y habría efectuado otros muchos intentos errados frente a la negativa de ella.
La primera día ha contado asimismo con el testimonio de la pequeña, en un caso así como prueba preconstituida, de manera que las partes han visionado la grabación con las afirmaciones de la menor realizadas en el verano de 2020 y en las que ella cuenta los abusos a los que fue doblegada y que la han provocado un trastorno psicológico del que ha debido ser tratada.
Asimismo ha testificado el padre biológico de la pequeña para ratificar todo lo que le contó su hija respecto de los hechos y que él como su exmujer descubrieron en un comienzo a través del períodico de la víctima.
Exactamente, el progenitor de la pequeña ha protagonizado algún instante de tensión en el momento en que antes del comienzo de la visión, ahora en el Palacio de Justicia, ha coincidido con el acusado y la situación llegó hasta tal punto que tuvieron que mediar efectivos de la Policía Nacional que allí estaban para eludir que del combate verbal se pasara a las manos.
El acusador especial sufrió entonces una indisposición, fruto de los nervios, y fué exacto que fuera atendido por efectivos del Servicio de Emergencias 112 a las puertas del edificio judicial.
Va a ser este miércoles en el momento en que el juicio quede visto para sentencia, una vez practicadas las pruebas pericial y forense y las partes expongan sus reportes.
En frente de la absolución pedida por la defensa, las acusaciones pública y especial piden para el acusado penas de trece años y medio y quince y medio de prisión por delito continuado de abusos sexuales y otro de lesiones sicológicas, adjuntado con las que corresponden auxiliares, y también indemnizaciones, por exactamente el mismo orden, de sobra de 13.600 euros y 23.550 euros por daños morales.