LEÓN, 1 Oct.
El Ayuntamiento de León ha abierto este sábado la Era del Moro, un espacio recuperado para la localidad que piensa una exclusiva vía peatonal que une la plaza del Espolón con Ramón y Cajal tras una inversión de 700.000 euros con la que se ha intervenido en 2.168 m2.
Según explicó el Consistorio por medio de un aviso recogido por Europa Press, desde el instante en que este sábado se han abierto las verjas de la Era del Moro, "ahora fueron varios los leoneses y visitantes que quisieron arrimarse a entender un espacio que la localidad había perdido".
De este modo, desde la plaza del Espolón ya se puede llegar caminando hasta la avenida Ramón y Cajal en un camino en el que, además de esto, se puede contemplar la muralla de la región de la mejor manera.
El Ayuntamiento de León abre de este modo este espacio recuperado a la localidad y sus vecinos tras culminar unas proyectos que son el paso inicial de la transformación de esta región de la región donde en este momento están atentos de terminar las proyectos de peatonalización de la avenida Los Cubos y la calle Carreras.
El alcalde de la ciudad más importante, José Antonio Diez, ha visitado las proyectos finalizadas acompañado por el concejal de Desarrollo Urbano, Luis Miguel García Copete, y por la arquiecta técnica municipal Mónica Prada.
En este marco, el regidor ha complacido el trabajo de los profesionales por el "empeño" puesto en esta intervención, mientras en relación el área de Desarrollo Urbano, las arquitectas y especialistas del Ilruv "llevaron el peso de este magnífico emprendimiento al que han designado un buen tiempo y bastante trabajo".
La intervención, encuadrada en el Plan Edusi León Norte, está sustentada económicamente al 50 por ciento por fondos de europa, tal como asimismo tiene financiación del 1,5 por ciento Cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y con elementos municipales.
Además de ganar un nuevo vial para los peatones, la Era del Moro piensa un "paso mucho más" en la puesta en valor del patrimonio de la región ya que las proyectos han tolerado salvar un tramo de la muralla tardorromana (siglo III y IV) que estuvo esconde a lo largo de décadas.
Tal y como ha recordado José Antonio Diez este sábado, las catas arqueológicas anteriores a las proyectos han tolerado entender mejor la fortificación y con esto nuestra historia de la región.
"Esto es ejemplo de lo que nos estábamos perdiendo hasta la actualidad son, por servirnos de un ejemplo, las lápidas romanas que proceden de cementerios altoimperiales que en este momento vamos a poder contemplar", ha apostillado.
Por otro lado, el Molino Sidrón, situado a la izquierda en la entrada a la Era del Moro desde la calle Ramón y Cajal, es otro elemento familiar que se pone en valor con la rehabilitación de este espacio.
Pendiente de una intervención integral del mismo para habilitarlo como un nuevo espacio cultural para la localidad, avanza en su restauración en este momento con la liberación de ciertos elementos arquitectónicos de la que fue la primera factoría harinera de la provincia de la que data información en el XIX que funcionó utilizando la fuerza hidráulica de la presa de San Isidoro.
De él resaltan, ahora recuperados, los arcos de medio punto de sillería y ladrillo bajo los que entraba al molino el agua de la presa impulsando la maquinaria de esta vieja molienda.
Tanto los arcos como el trazado de la canalización se expone en señalado en este momento, siendo aparente merced a un pavimento distinguido en la región peatonalizada y habiéndose limpiado y recuperado una parte del cauce original.
Además, el Consistorio ha invertido 133.000 euros en la iluminación monumental con la que se resaltará la muralla merced al refuerzo de la volumetría de los cubos a través de una luz indirecta por tramos.
La iluminación particular va a poder contemplarse con la caída del sol y hasta la medianoche entre semana, y hasta la una de la madrugada los fines de semana.
También está pendiente de realizar la obra de restauración de la parte de abajo de la muralla en este tramo que acarreará una inversión de 57.200 euros.
Esta actuación se hizo "precisa" después de los sondeos arqueológicos merced a los que se llegó a la cimentación original de la muralla.
Esto forzó a reorganizar las cotas en general del jardín para, dentro de lo posible, poder aclarar y recobrar los alzados en su altura. Este cambio de cotas logró que aflorase el arranque de la muralla, antes oculto y, en este momento, sin volver a poner ni tratar.