Tomó posesión de su nuevo cargo en un acto festejado en la Delegación del Gobierno
VALLADOLID, 16 Sep.
El nuevo comisario de la Policía Nacional de Valladolid, Francisco Javier Oterino, adelante de los 780 agentes de la ciudad más importante y Medina del Campo, se marcó una 'plan de actuación' donde resalta la prevención y pelea contra los latrocinios en domicilios y establecimientos, y todo ello en un contexto en el que él como la encargada del Gobierno han insistido en la situación privilegiada de esta 'plaza' desde la perspectiva de la seguridad ciudadana.
Arropado por familiares, amigos, autoridades políticas y mandos de diferentes cuerpos, incluyendo la Guardia Civil y la Policía Local instantaneamente de toma de posesión de su cargo festejado en la sede de la Delegación del Gobierno, el nuevo jefe provincial de la Policía Nacional en Valladolid hizo público su deber con todos y cada uno de los ciudadanos de la provincia para sostener y prosperar si cabe los estándares en seguridad.
Y en ese propósito genérico, Oterino, en afirmaciones agarradas por Europa Press, marcó entre sus líneas estratégicas la pelea contra los hurtos de manera fuerte en casas y establecimientos, pero sin restar un ápice de esfuerzo a la prevención antiterrorista; la atención a colectivos en especial atacables, en especial las víctimas de crueldad de género, mayores, menores y personas con diferente aptitud, tal como los fenómenos derivados de los procesos migratorios como la trata de personas con fines de explotación sexual o laboral.
Pero asimismo el nuevo comisario se marcó como reto doblar la investigación en temas de ciberdelincuencia y, en esta materia, publicar entre los ciudadanos los efectos de un mal empleo de las novedosas tecnologías, sin olvidar tampoco su deber con el tráfico de drogas, más que nada el efectuado a pequeña escala en los distritos de Valladolid, y el refuerzo de los conjuntos de atención al ciudadano y las entidades de prevención "que tan excelente resultado dan".
Oterino cree que para esto es precisa la mayor de las coordinaciones con el resto de cuerpos policiales, jueces, fiscales, jueces y compañías de seguridad privada, al paso que tuvo su mano asimismo a los representantes de los sindicatos policiales.
"Heredo la jefatura en unas condiciones perfectas. He tenido la posibilidad de ir conociendo la administración interna a lo largo de los últimos años, con lo que mi ingreso al cargo es un paso natural en la escala evolutiva", ha señalado Oterino, quien la parte emotiva de su alegato la ha guardado en el momento de agradecer a su familia, de manera especial a su madre y a su mujer Pilar, los desvelos y instantes duros vividos en esa bien difícil ecuación entre trabajo y familia. "Ese agregado de exigencia no en todos los casos funciona con la conciliación familiar", ha sentenciado.
El nuevo comisario toma de esta forma el relevo, por jubilación, de su antecesor en el cargo, Luis Gibert, tras tres años adelante de la Policía Nacional en Valladolid, así como ha señalado el jefe superior en Castilla y León, Juan José Campesino, quien abría el momento de alegatos y entregaba a Oterino el bastón de mando como símbolo de su novedosa compromiso, momentos una vez que el nuevo mando jurara frente a un ejemplar de la Constitución.
La encargada del Gobierno, Virginia Barcones, encargada de cerrar el acto, ha aprovechado para insistir de nuevo en la condición de plaza segura de Valladolid, "pese a los últimos hechos sucedidos que enseñaron los peores aspectos de la condición humana", en referencia al triple delito registrado este mes de agosto en el vecindario de La Rondilla.
Al respecto, Barcones ha recordado que Valladolid sigue en estándares máximos de seguridad ciudadana, como testimonian las 39 infracciones penales por cada mil pobladores, siete puntos bajo la media en España, y más allá de ello ha letrado por escapar del conformismo tras incidir en que "uno combate riesgos del pasado pero es necesario integrar desafíos nuevos a los que llevar a cabo frente", entre aquéllos que ha mencionado el terrorismo, la criminalidad de bandas organizadas y el tráfico de humanos.
A este respecto, la máxima responsable del Gobierno en la Comunidad se ha felicitado de que hace unos días Castilla y León alcanzara los 3.cien efectivos de la Policía Nacional, "máxima cifra en los últimos diez años que se aproxima al récord alcanzado en 2011, en el momento en que se llegó a los 3.123 agentes", ha concluido.
El nuevo comisario de la Policía Nacional en Valladolid ingresó en la Academia de Ávila en 1993 y tuvo su primer destino en Bilbao a lo largo de siete años en trabajos de pelea antiterrorista, para entonces regresar a la Jefatura Superior hasta el momento en que en 2010 sube a inspector jefe y pasa a desempeñar su cometido en Ávila y Palencia para después, en 2018, regresa a Valladolid siendo ascendido a comisario.
Oterino es licenciado en Psicología, diplomado en Criminología, ha dado charlas en diferentes universidades y congresos en todo el mundo, fué enseñante y acumula durante su carrera mucho más de 80 felicidades públicas, 2 cruces blancas al Mérito Policial, Medalla y Cruz a la Dedicación del Servicio Policial, Cruz al Mérito de la Guardia Civil y la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil.
A tenor de todos estos reconocimientos "se aprecia que hiciste una parte de ti el pensamiento aristotélico de critica menos, trabaja mucho más y jamás te olvides de agradecerlo", le ha dirigido como elogio su jefe superior.