VALLADOLID, 30 Ene.
El vecino de Tordesillas (Valladolid) que en el mes de abril de 2020 fue acuchillado múltiples ocasiones por su mujer en el momento en que dormía en el residencia conyugal, a resultas de lo que resultó dificultosamente herido, pide para su ahora expareja, la búlgara N.B.V, una condena de trece años por delito de tentativa de asesinato.
Presentado en la causa como acusación especial, el lesionado, el tordesillano R.S.H, asiste al juicio que se festeja este miércoles en la Audiencia de Valladolid con esa solicitud solicitud de prisión por asesinato intentado, adjuntado con una medida de alejamiento por espacio de 18 años y el pago de una indemnización de 31.000 euros. De forma subsidiaria, su letrada pide nueve años por tentativa de homicidio, según detallaron a Europa Press fuentes fuentes jurídicas.
Su solicitud de pena es sensiblemente mayor a la del Ministerio Fiscal, que, con exactamente la misma calificación de los hechos, atrae diez años de privación de independencia, prohibición de la acusada de arrimarse a la víctima o hacer llegar con ella a lo largo de 12 años y el abono de 24.880 euros por las lesiones ocasionadas y 6.0000 por las consecuencias, aparte de otros 6.704 euros al Sacyl por los costos de su asistencia sanitaria.
Los hechos se generaron a lo largo de la madrugada del día 26 de abril de 2020 en el momento en que la víctima, R.S.H, estaba durmiendo en el dormitorio primordial de la vivienda y por fundamentos que no constan, pero en cualquier caso sin que hubiese habido una discusión anterior de pareja, su mujer, de 29 años, cogió un cuchillo de cocina de 17 por 2,4 centímetros de hoja y le acuchilló en el abdomen.
Tras ver el pinchazo, el acuchillado se viró y entonces, según las acusaciones, la acusada le asestó otra cuchillada por la espalda y a continuación le logró múltiples cortes en la cabeza.
Acto seguido, la agresora, que tenía una hija de siete años en común con el agredido que en el instante de los hechos dormía en el sofá del salón, abandonó el residencia conyugal y se presentó en el Cuartel de la Guardia Civil de Tordesillas para confesar lo ocurrido.
La imputada continuó solo un par de días en prisión hasta el momento en que el 28 de abril de ese año quedó en independencia provisional tras abonar una fianza de 6.000 euros.
Como resultado del acuchillamiento, el exmarido padeció lesiones muy graves de las que tardó en sanar un total de 288 días, aparte de consecuencias con apariencia de perjuicio estético por las cicatrices que las navajadas le dejaron y las adversidades en la pared abdominal de las que aún tiene atentos alguna reintervención quirúrgica.