El portavoz del Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha manifestado su preocupación respecto a la situación de la inmigración ilegal en la comunidad, haciendo hincapié en que la ausencia de grupos de marroquíes delinquiendo frente a la residencia del presidente Mañueco no elimina la realidad de que esta problemática se vive en muchas áreas de la región.
En el día de ayer, García-Gallardo hizo un llamado a abandonar el discurso "buenista" sobre la inmigración, argumentando que este es un "problema" que no puede ser resuelto únicamente a través de la política. Según el portavoz de Vox, la idea de poder llevar a millones de personas de países del tercer mundo a Castilla y León sin que ello conlleve problemas sociales o económicos es, en su opinión, una noción completamente utópica.
El también político ha rememorado que fue precisamente la postura del Partido Popular en relación a la "inmigración descontrolada" la que desencadenó la ruptura del pacto de Gobierno entre ambas formaciones en julio pasado. En una entrevista concedida a Europa Press, García-Gallardo subrayó que la "lucha contra la inmigración descontrolada" fue el último punto que Vox exigió incluir en el acuerdo de gobernabilidad, un punto que, según él, fue objeto de resistencia por parte del PP.
García-Gallardo enfatizó la necesidad de reconocer que, aunque el presidente Mañueco no haga frente a la delincuencia en su propia puerta, esta realidad afecta a muchos barrios y pueblos de Castilla y León. Mencionó casos específicos en localidades como Burgos, León y Valladolid, donde se puede observar claramente la existencia de un problema de seguridad vinculada a la inmigración. "Es fundamental que abordemos esta cuestión", concluyó, reafirmando que esta temática es esencial para la agenda política de Vox dentro del Gobierno regional.
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