La jueza decidirá el 8 de enero si avanza la causa contra Óscar o la archiva en el caso de Esther López.
La Fiscalía ha solicitado que se juzgue a Óscar S.M. por homicidio, mientras que las acusaciones por asesinato han intensificado su postura, pidiendo la máxima condena posible. Por su parte, la defensa del acusado ha tratado de persuadir al tribunal para que sobresea el caso, alegando una falta de pruebas contundentes en su contra.
El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid tomará una decisión al respecto el próximo 8 de enero de 2025. En esta fecha, se espera que la jueza se pronuncie sobre si el procedimiento de jurado contra Óscar debe continuar, además de valorar las nuevas pruebas solicitadas por la defensa y considerar la posible paralización del caso, tal como esta última parte ha solicitado.
Esta información fue confirmada el viernes, después de que las partes implicadas asistieran a una breve vista en el juzgado, donde se discutieron los delitos que se imputan al investigado. La Fiscalía se enfoca en un delito de homicidio y omisión del deber de socorro, mientras que los acusadores particulares añaden la acusación de asesinato, junto con omisión del deber de socorro, detención ilegal-secuestro y lesiones agravadas. La defensa, por su parte, continúa insistiendo en su solicitud de sobreseimiento del caso.
En un acto de respaldo a la causa, la hermana de la víctima, Inés, su padre y otros familiares, amigos y vecinos de Traspinedo se congregaron ante el juzgado con pancartas que exigían "Justicia para Esther". Durante la concentración, se hicieron eco de gritos de "asesino" y "prisión", reclamando vehementemente que el acusado comparezca ante un jurado para rendir cuentas por sus acciones.
El investigado llegó al juzgado custodiado por un fuerte operativo policial que incluyó un vehículo camuflado de la policía. Mientras se dirigía al garaje subterráneo, los presentes intentaron acercarse y gritaron consignas en su contra. A pesar de la tensión en el ambiente y la considerable presencia policial, no se registraron incidentes durante la llegada del acusado.
La defensora de Óscar, Ana Pérez, defendió la falta de evidencias en el caso, asegurando que ni siquiera se ha confirmado que el cadáver de Esther estuviera en la cuneta desde su fallecimiento, ocurrido en la madrugada del 13 de enero de 2022. Las circunstancias del hallazgo, que tuvo lugar veinticuatro días después, son cruciales para la argumentación de la defensa.
Para la defensa, el hecho de que el cuerpo pudiese haber sido trasladado a la cuneta en una fecha posterior implica que Óscar no podría ser culpable, especialmente ya que su vehículo ya estaba bajo vigilancia de la Guardia Civil desde el 2 de febrero, cuando se le siguió sin que él lo supiera.
Además de solicitar que se presenten pruebas que demuestren que Esther no estaba en la cuneta el 2 de febrero, la defensa también indicó que no existen rastros de la fallecida en el vehículo de Óscar ni viceversa. Por otro lado, compartió que unas partículas de pintura azul encontradas en las ropas de Esther no coinciden con el color del Volkswagen T-Roc del investigado.
Aunque se encontró una pequeña abolladura en el vehículo, la defensa argumenta que esta pudo haber sido ocasionada en un momento posterior a la intervención del coche por parte de las autoridades. Así, la letrada reafirma su demanda de sobreseimiento, argumentando que no hay pruebas razonables para imputar a su cliente, ni mucho menos por un supuesto atropello intencionado.
En contraste, Guillermo Ruiz Blay, abogado de la acusación que representa a la hermana de la víctima, se mostró convencido de que la jueza optará por continuar el procedimiento de jurado, considerando que esto sería lo más sensato, dadas las pruebas acumuladas a lo largo de la investigación, que calificó de "ejemplar".
Ruiz Blay considera que las nuevas evidencias presentadas por la defensa son parte de una estrategia legítima para alargar los tiempos de instrucción, aunque sostiene que tales pruebas no cambian la naturaleza del caso, que, a su entender, es un asesinato, específicamente debatido solo en relación al hallazgo del cadáver.
Por su parte, Inés expresó su frustración al desear que Óscar permaneciera en prisión desde esa misma noche. Sin embargo, considera que el avance para llevarlo a un juicio por jurado es un triunfo significativo después de tres años de lucha incansable y sufrimiento familiar. "Su futuro inmediato es que ocupe el banquillo. Sería increíble que, cuando sea juzgado, ingrese por su propio pie", concluyó Inés con determinación.
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