La Junta invierte 400.000 euros en siete proyectos humanitarios.
El Gobierno de Castilla y León ha destinado 400.000 euros en lo que va de año para financiar siete proyectos humanitarios en diferentes partes del mundo que sufren crisis prolongadas.
Según el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, es fundamental mantener la colaboración en las mismas áreas a lo largo del tiempo, priorizando la ayuda a proyectos con resultados demostrados en años anteriores.
En el 2024, la Junta ha continuado apoyando iniciativas en colaboración con seis ONG, beneficiando a poblaciones que han enfrentado décadas de pobreza extrema y vulnerabilidad, como los refugiados saharauis en Argelia.
A través de Cruz Roja Española, se está trabajando para mejorar el acceso a la educación de personas con discapacidad en los campamentos de refugiados saharauis, mientras que en Níger se lucha contra la inseguridad alimentaria y la desnutrición.
Además, se brinda asistencia psicológica y se distribuyen kits de higiene menstrual a refugiados sudaneses en Chad, se proporcionan suministros de agua en Haití, se atiende a personas migrantes en Honduras y se colabora con cuerpos de protección civil en América del Sur y el Caribe.
La Junta también ha otorgado una subvención a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo para la distribución de kits higiénicos y sanitarios en campos de refugiados en Siria.
Este compromiso humanitario representa el 10 por ciento de los fondos destinados a cooperación al desarrollo y está en línea con los estándares internacionales.
Además de las ayudas humanitarias, la Junta trabaja con ONG en proyectos a más largo plazo, como la lucha contra la mortalidad infantil en Guinea Bissau.
Estos proyectos, que no requieren pasar por un proceso de concurrencia pública, incluyen la distribución de herramientas sanitarias e higiénicas, la promoción de buenas prácticas alimenticias y la construcción de instalaciones para garantizar el acceso al agua y el saneamiento en comunidades vulnerables.
En Guinea Bissau, se están beneficiando alrededor de 6.000 niños, 3.800 padres y madres, y 88 trabajadores sanitarios y profesores.