El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha subrayado la importancia de un compromiso compartido entre su comunidad y la de Asturias, donde ambos territorios buscan alcanzar una educación de excelencia. Según el mandatario, este objetivo es vital y debe enfocarse especialmente en fortalecer el ámbito rural, un aspecto que considera esencial para el desarrollo integral de la sociedad.
Fernández Mañueco expresó estas ideas durante su intervención en la celebración del 25 aniversario de la colaboración educativa entre Castilla y León y Asturias, un evento que tuvo lugar el pasado sábado en Burgohondo, en la provincia de Ávila. Este encuentro fue organizado por el Foro Comunicación y Escuela, resaltando el esfuerzo conjunto de ambas comunidades por promover la educación como un pilar fundamental para el futuro.
El presidente del Partido Popular de Castilla y León enfatizó que la educación es uno de los ámbitos más críticos desde el prisma de la administración pública. Fernández Mañueco apuntó que, a pesar de las diferencias políticas que puede haber entre él y el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ambos coinciden en un objetivo central: mejorar la educación en sus respectivas regiones y poner en primer lugar el interés de sus ciudadanos, en especial de las generaciones más jóvenes.
En su discurso, también subrayó la importancia de la coordinación entre las administraciones de ambas comunidades para garantizar una educación de calidad, especialmente en las áreas rurales. No se deben establecer diferencias entre el entorno urbano y rural, ya que son dos caras de la misma moneda, resaltó, añadiendo que una educación fuerte es clave para generar oportunidades de desarrollo y crecimiento para todos los ciudadanos.
A lo largo de su intervención, Fernández Mañueco agradeció el esfuerzo de la comunidad educativa y expresó su satisfacción por poder celebrar este importante hito en las relaciones educativas entre ambas comunidades. Además, hizo mención del abulense Aurelio Delgado, quien fue una figura destacada durante la Transición democrática en España y un hombre de confianza del expresidente Adolfo Suárez, sugiriendo que su legado debería ser reconocido y conectado con la actualidad de la sociedad española.
En su reflexión final, el presidente de la Junta recordó que conceptos como la libertad, la igualdad y la solidaridad son frutos de un esfuerzo conjunto durante la Transición, y no deben darse por garantizados. “La paz y la Constitución Española no aparecieron de la nada; hubo un gran trabajo de generosidad para que todos pudiéramos encontrar un equilibrio”, concluyó, haciendo un llamado a valorar adecuadamente este patrimonio democrático compartido.
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