En un emotivo anuncio, el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha revelado que la plaza central del parque de La Alamedilla llevará el nombre del reconocido escultor salmantino Agustín Casillas.

Este espacio verde era transitado a diario por el artista en su trayecto desde su hogar hasta su taller, y cuenta con dos obras emblemáticas de su autoría, 'La mujer de la llave' y 'El rapto de Europa'.

El homenaje se llevó a cabo durante un acto especial organizado por la Corporación Municipal en conmemoración al 50 aniversario de la colocación de la escultura del Lazarillo de Tormes junto al Puente Romano.

El evento contó con la presencia de los hijos del escultor, Antonio y Lydia Casillas, así como representantes de asociaciones vecinales.

En esta ceremonia de homenaje se descubrió una placa en la base de la escultura que muestra la autoría de la obra, junto con un arreglo floral en honor al popular personaje del Lazarillo y su amo ciego.

García Carbayo destacó que Agustín Casillas es el artista con más obras al aire libre en la ciudad de Salamanca, por lo que se colocarán placas informativas en las 13 esculturas en total, para que tanto residentes como visitantes conozcan su obra.

Esta iniciativa comenzará con la escultura del Lazarillo de Tormes, la cual el alcalde considera un símbolo y un recordatorio constante de la conexión entre el personaje literario y la ciudad de Salamanca.

La escultura de bronce, inaugurada en 1974, representa de forma realista al joven Lázaro y al ciego, mostrando fuerza y simbolismo según García Carbayo.

Tras estar ubicada en distintos puntos de la ciudad, la escultura se mantiene en su emplazamiento actual desde 1993, cerca de la iglesia de Santiago en el paseo del Rector Esperabé.

El alcalde resaltó que la escultura es un elemento icónico en el paisaje urbano de Salamanca y su relevancia se mantiene con el paso del tiempo.

La estatua participó este verano en un evento teatralizado del programa 'Salamanca, culta y oculta', donde el propio Lazarillo de Tormes guiaba a los espectadores por lugares emblemáticos de la ciudad.

Por su parte, Antonio Casillas, hijo del escultor, expresó su agradecimiento por el homenaje en el 50 aniversario de la escultura y recordó la emoción que significó su instalación hace medio siglo en Salamanca.

El hijo del artista finalizó su intervención citando al poeta Rafael Lainez Alcalá: "Muchos de nosotros hemos sido lazarillos en Salamanca", en referencia a la influencia duradera del personaje en la ciudad.