El enfrentamiento entre la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha alcanzado un nuevo nivel de tensión. Ribera acusa a Mañueco de cancelar dos reuniones previamente acordadas, lo cual él niega rotundamente. A pesar de las diferencias, ambos políticos se abren a la posibilidad de un encuentro para llegar a un entendimiento.

Las acusaciones se han realizado a través de la red social 'X', donde Ribera afirma que en tan solo tres meses Mañueco ha cancelado dos reuniones previamente planificadas y ha declinado la invitación para inaugurar un evento en Ponferrada relacionado con la lucha contra la despoblación.

Por su parte, el presidente de la Junta sostiene que no ha cancelado ninguna reunión pactada y recuerda a Ribera que aún aguarda una respuesta a la propuesta de encuentro que la Junta presentó en febrero.

Ante la controversia, Mañueco ha manifestado que su prioridad es trabajar por el bien de Castilla y León, evitando generar disputas públicas. Ha indicado que ha instruido a su equipo para que se comunique con el gabinete de Ribera y coordinen una reunión lo antes posible, esperando una respuesta rápida por parte de la ministra.