VALLADOLID, 24 Ago.
El Juzgado de lo Penal 3 de Valladolid ha condenado por intrusismo profesional a A.I.S, la mujer que durante casi siete meses, entre diciembre de 2020 y julio de 2021, asistió a un menor fingiendo disponer de la titulación de psicóloga cuando, como así reconoció más tarde, solo tenía conocimientos como 'coach'.
En su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press en fuentes jurídicas, el juzgador considera probada la autoría del citado delito de intrusismo profesional y, en consecuencia, resuelve imponer a la acusada una multa de 5.400 euros y el pago al padre de menor de una indemnización de 3.000 euros por daños morales.
En su fallo, el juez precisa que la declaración de la ahora condenada en el acto del juicio oral "no pudo ser más negativa para sus propios intereses absolutorios, pues fue incapaz de explicar al tribunal qué puntos de su trabajo no colisionan con la Psicología Clínica y cuáles sí, y de los que colisionan qué título oficial le permitiría actuar en colisión con un profesional médico. Ese simple dato ya es significativo para reconocer que su trabajo comparte aspectos terapeúticos con la Psicología, con la diferencia de que la acusada carece de formación y titulación oficial".
El juzgador, más proclive al uso del castellano y que en su sentencia sustituye el término 'coach' por 'entrenador', censura que la acusada presuma de ser "entrenadora corporativa, empresarial, política, mediadora familiar, terapeuta Gestalt...y, sin embargo, utilice el lenguaje de manera 'imprecisa y confusa' y alegue en reiteradas ocasiones que utilizó la terminología 'psicóloga' como forma de expresarse coloquialmente para un mejor contacto con los padres y el menor.
"Pero como dice el dicho, "si anda como un pato, grazna como un pato y parece un pato, a lo mejor es un pato", en referencia a que "si se presenta como psicóloga, sigue hablando como psicóloga, habla de terapias, sesiones, salud mental, lo más normal es que tus pacientes piensen que están en manos de una psicóloga y no con una persona sin titulación universitaria habilitante".
Fiscalía había solicitado un año de cárcel para la encausada y su inhabilitación durante tres años para ejercer la profesión de 'coach', peticiones ambas que no han sido estimada, junto con una indemnización, tampoco concedida, de 350 euros en favor de los padres del menor por los honorarios cobrados indebidamente y de otros 3.000 euros sí atendidos por el juez por el perjuicio y daño moral derivados de la suplantación de un profesional apto para la terapia necesaria y el retraso en la aplicación a la víctima, de 13 años, del tratamiento psicológico adecuado.
Por su parte, el padre del menor aplicó a los hechos la agravante de abuso de confianza y pedía una multa de 7.200 euros y una indemnización, por daños morales, de 24.000 euros, por el tratamiento realizado al menor y de otros 1.000 euros por el tratamiento realizado a la madre del niño.
En la causa figuró igualmente como acusación particular el Colegio Oficial de Psicología de Castilla y León (Copcyl), que, por los mismos hechos, solicitó una multa de 5.400 euros y el pago de las indemnizaciones correspondientes a los padres del menor por las cantidades abonadas a la acusada.
Los padres del niño contrataron los servicios de la denunciada a la vista de los consejos del servicio de orientación del colegio ante los problemas de desarrollo emocional que presentaba. Las sesiones con el menor se iniciaron el 21 de diciembre de 2020 y se prolongaron hasta julio de 2021.
La situación estalló cuando el padre del niño comenzó a pedir a la denunciada su titulación, número de colegiación e informes, ante lo cual A.I.S. reconoció que no tenía titulación de psicóloga pero explicó que había realizado al menor terapias como 'coach', cuyo certificado ostenta.
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