VALLADOLID, 3 de diciembre. En una reciente publicación, Unicaja ha presentado el número 34 de su informe denominado 'Previsiones Económicas de Castilla y León', donde se destaca un crecimiento económico de la región del 2,8 por ciento para 2024 y un incremento en el empleo del 0,7 por ciento, lo que podría llevar la tasa de paro a un notable 9,6 por ciento.
El estudio elaborado por la sociedad de estudios del grupo Unicaja mensura que, a lo largo de 2024, el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León podría experimentar una alza del 2,8 por ciento, una cifra alineada con la media nacional. Este incremento es superior al 2 por ciento que fue proyectado hace seis meses, debido a un desempeño más robusto de lo anticipado durante la primera mitad del actual año. Este crecimiento económico estaría impulsado, fundamentalmente, por el consumo privado y, desde el lado de la oferta, por una destacada actividad en los sectores industrial y de servicios, particularmente en ámbitos como el comercio, el transporte y la hostelería.
Para el año 2025, sin embargo, las proyecciones indican un posible enfriamiento del crecimiento al 2 por ciento, mientras que se espera que la media española se sitúe en un 2,2 por ciento. Este contexto también estaría caracterizado por una menor creación de empleo y un debilitamiento en la actividad del sector servicios. Las tensiones comerciales y los conflictos geopolíticos siguen siendo variables clave que generan incertidumbre en estas proyecciones de crecimiento.
En términos de empleo, se prevé que en 2024 la tasa de ocupación registre un crecimiento del 0,7 por ciento, con un particular énfasis en la industria y los servicios. La tasa de desempleo, en contraste, podría permanecer prácticamente estable en comparación con 2023, lo que establece la tasa de paro promedio en un 9,6 por ciento para el año en curso. Para el año 2025, se espera una leve alza del empleo de un 0,6 por ciento, y una baja en la tasa de desempleo proyectada al 9,3 por ciento, comparado con un 11 por ciento en el ámbito nacional.
A un nivel más desglosado, el análisis sugiere que la actividad económica se ha intensificado en todas las provincias de Castilla y León durante el segundo trimestre de 2024, con estimaciones del Indicador Sintético de Actividad de Analistas Económicos de Andalucía. En este sentido, Burgos y Valladolid han mostrado las tasas interanuales más sobresalientes, alcanzando un 4,1 por ciento y un 4 por ciento, respectivamente.
Asimismo, otras provincias como Segovia (3,9 por ciento) y Palencia (3,8 por ciento) también han superado el crecimiento medio regional, que se sitúa en un 3,6 por ciento. Para el total de 2024, las proyecciones señalan que el crecimiento podría variar desde un 1,9 por ciento en León hasta un 3,3 por ciento en Valladolid, con Burgos (3,2 por ciento), Segovia (3,1 por ciento) y Palencia (2,9 por ciento) también superando la media regional.
De acuerdo a los datos de la Contabilidad Regional Trimestral de Castilla y León, se reportó un incremento del PIB del 0,2 por ciento en el segundo trimestre de 2024 (0,7 por ciento en el trimestre anterior), con un crecimiento interanual del 3,6 por ciento. Este aumento se fundamentó, en gran medida, en la demanda interna, impulsada por el consumo y la inversión, aunque también hubo una contribución positiva desde el sector exterior.
En el ámbito de la demanda, el consumo de los hogares mostró un ligero incremento en el segundo trimestre de 2024, alcanzando un crecimiento interanual del 2,7 por ciento, mientras que la inversión mantuvo un crecimiento similar al trimestre previo (2,7 por ciento), con un notable aumento en el sector de la construcción. Igualmente, se observó un incremento en el saldo exterior neto, impulsado por un mayor crecimiento de las exportaciones (2,2 por ciento) frente a las importaciones (0,9 por ciento).
Desde el punto de vista de la oferta, en el segundo trimestre de 2024, se realizó un aumento del Valor Añadido Bruto (VAB) destacando en la construcción y, de manera aún más significativa, en los servicios. Si bien el incremento del VAB fue generalizado, el sector agrario experimentó un aumento del 10,8 por ciento y la industria del 5,2 por ciento, también se debe hacer hincapié en el crecimiento de sectores relacionados como el comercio, el transporte, la hostelería y otros servicios no de mercado.
En lo que respecta al mercado laboral, se ha observado un comportamiento más contenido en el segundo trimestre de 2024, registrándose un leve descenso del 0,1 por ciento en el número de ocupados en términos interanuales (en comparación con un 2,0 por ciento en el resto de España), según la Encuesta de Población Activa (EPA).
Asimismo, el crecimiento en el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social se ha moderado. Según la EPA, el total de ocupados se cifró en 1.012.500 en el segundo trimestre de 2024, lo que representa un aumento de aproximadamente 10.800 personas respecto al trimestre anterior, gracias al crecimiento en los sectores de servicios e industria.
Sin embargo, en términos interanuales, se registró una disminución del 0,1 por ciento en la ocupación, atribuible a la reducción de trabajadores en sectores agrario y de construcción. En el ámbito del desempleo, la cifra de parados se incrementó en un 7,4 por ciento, situando la tasa de paro en un 9,8 por ciento (en comparación con el 11,3 por ciento en el conjunto de España).
El informe actual de Unicaja, al igual que en ediciones previas, ha sido redactado por Analistas Económicos de Andalucía y se estructura en cuatro secciones: 1) Entorno económico; 2) Evolución reciente de la economía de Castilla y León; 3) Previsiones económicas para 2024 y 2025; y 4) Análisis provincial.
En la primera sección, se aborda el contexto económico tanto a nivel internacional como nacional. En la segunda, se efectúa un análisis coyuntural de la economía regional, con especial énfasis en la evolución de sus principales indicadores, ajustados a la estructura productiva de Castilla y León. En la tercera parte se incluyen las predicciones sobre la evolución del PIB y del empleo para la Comunidad en los años 2024 y 2025. Finalmente, la última sección está dedicada a la evaluación de las tendencias y perspectivas económicas de las diferentes provincias de la región.
Además, según el más reciente informe de la OCDE, se espera que la economía global crezca un 3,2 por ciento tanto en 2024 como en 2025. Tal crecimiento se sustentaría en un sólido aumento del comercio, la mejora en los ingresos reales y políticas monetarias menos restrictivas en diversos países.
En cuanto a la economía española, y según las estadísticas de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) proporcionadas por el INE, se ha registrado un crecimiento del PIB que excedió lo anticipado en el primer semestre del año, con un incremento del 0,9 por ciento en el primer trimestre y del 0,8 por ciento en el segundo. En este último caso, el crecimiento se ha soportado principalmente en la demanda interna, tras observarse una contribución más equilibrada entre la demanda nacional y la externa en el primer trimestre.
Por otro lado, las últimas proyecciones emitidas por el Banco de España indican que se prevé un crecimiento del PIB para 2024 del 2,8 por ciento, lo que representa un aumento de 0,5 puntos porcentuales en comparación con las estimaciones de junio, resultado que se deriva de la revisión al alza de las proyecciones de crecimiento en los trimestres anteriores y una evolución más propicia del sector externo.
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