VALLADOLID, 16 de noviembre. En una notable muestra de compromiso con la responsabilidad social, la empresa vallisoletana TICARE-Mozo Grau, en colaboración con VSF España, ha revelado una serie de ocho proyectos solidarios. Estas iniciativas buscan proporcionar oportunidades vitales a individuos en situación de vulnerabilidad, al mismo tiempo que se promueve la participación de las empresas en causas solidarias sostenibles a largo plazo.

El evento, llevado a cabo en el prestigioso Hotel Vincci Frontaura, congregó a importantes figuras del ámbito empresarial y social. Su propósito fue fomentar un diálogo constructivo y crear alianzas estratégicas entre las empresas y las organizaciones que trabajan incansablemente para apoyar a aquellos que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Domingo Sugranyes Bickel, presidente de VSF España, explicó la esencia de esta organización, fundada en el Reino Unido en 2017, describiéndola como una "aceleradora de solidaridad" que actúa como un puente entre el sector empresarial y el Tercer Sector. En este sentido, subrayó el papel vital que desempeñan las pequeñas y medianas empresas en la promoción de la solidaridad y el respaldo de proyectos que benefician a las comunidades más desfavorecidas en su entorno inmediato.

Para dar a conocer la labor de VSF España y los proyectos que se están llevando a cabo, se desarrollaron dos mesas redondas informativas. La primera, titulada 'Compromiso social de la empresa', contó con la participación de destacados expertos en responsabilidad social empresarial, entre ellos Gerardo Gutiérrez Fuentes, presidente de Incosa; José Luis Zurro, socio del Departamento Tributario de Garrigues; Javier Fernández-Cid, presidente de ASE-Acción Social Empresarial y Fernando Rubio, gerente de la Agencia de Innovación y Desarrollo del Ayuntamiento.

Durante el debate, se profundizó en cómo las empresas pueden contribuir al bienestar social, generando empleo y riqueza. Esta dinámica no solo implica un beneficio económico, sino que permite que tanto iniciativas individuales como empresariales se alineen para brindar su apoyo a colectivos en situaciones de vulnerabilidad.

En la segunda mesa redonda, se presentaron tres proyectos en los que diversas empresas están involucradas, todos ellos con el objetivo común de proporcionar acompañamiento a personas en riesgo de marginación. María Eugenia González Alonso-Lasheras, coordinadora de Red Íncola en Valladolid, detalló un proyecto que se desarrolla en el barrio de las Delicias, donde se implementan acciones educativas y de inserción laboral dirigidas a la población migrante. Por su parte, Pablo Llano, director de CESAL, presentó el Mercado Escuela San Cristóbal, una iniciativa en Madrid enfocada en capacitar a jóvenes vulnerables en distintos oficios.

Además, José Ramón Amor, director académico de la Fundación Pablo VI, destacó el exitoso curso de 'Transformación digital para desempleados', que ya ha alcanzado su quinta edición, destinado a formar a personas migrantes y a aquellos que enfrentan riesgo de exclusión social.

El encuentro, inaugurado por el segundo teniente de alcalde Francisco de Paula Blanco y al que asistió un grupo significativo de empresarios y miembros del ámbito social, enfatizó la crucial importancia de establecer alianzas entre el sector empresarial y las organizaciones solidarias. Estas colaboraciones son fundamentales para promover la inclusión social y la capacitación de personas en riesgo de exclusión severa.

Estas personas, que han “tocado fondo” en diversas circunstancias, están determinadas a aprovechar al máximo las oportunidades que se les presentan para reintegrarse al mercado laboral y construir un proyecto de vida. Como señaló Fernando Mozo-Grau, presidente de Mozo-Grau y miembro del consejo de VSF España, la filosofía subyacente es “ayudar a quien nos ayuda”, enfatizando la necesidad de un compromiso activo por parte de las empresas para ampliar los proyectos sociales en los que actualmente está trabajando VSF.