La Santa Hermandad fue una institución creada en el siglo XV en Castilla, durante la época de los Reyes Católicos, con el objetivo de mantener el orden y la seguridad en los caminos y evitar los robos y asaltos que eran comunes en la época. Su creación fue una respuesta a la inseguridad que se vivía en el territorio debido a la guerra civil y a la presencia de bandoleros y salteadores.
La creación de la Santa Hermandad estuvo estrechamente relacionada con el proceso de la Reconquista en la península ibérica. Durante siglos, los reinos cristianos lucharon contra los musulmanes para recuperar los territorios perdidos en la invasión islámica. La inestabilidad política y las constantes guerras contribuyeron a la inseguridad en los caminos, lo que hizo necesario establecer medidas para proteger a los viajeros y mercaderes que transitaban por las tierras castellanas.
La Santa Hermandad fue creada en 1476 por los Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, con el objetivo de mantener la seguridad en los caminos y proteger a los ciudadanos de los robos y asaltos. La institución estaba formada por grupos de hombres armados que patrullaban las carreteras y se encargaban de perseguir y capturar a los delincuentes.
La Santa Hermandad estaba formada por hombres libres que se organizaban en cofradías o hermandades, cada una de las cuales tenía su propia estructura y territorio de actuación. Los miembros de la Hermandad estaban obligados a patrullar las carreteras y colaborar en la captura de los criminales, recibiendo a cambio una recompensa por cada delincuente atrapado.
La Santa Hermandad tenía atribuciones judiciales y podía juzgar a los delincuentes capturados, imponiendo penas y castigos. Además de actuar como fuerza de seguridad, la Hermandad también tenía funciones de justicia y represión, lo que le otorgaba un gran poder en la sociedad de la época.
La Santa Hermandad tuvo un papel importante en la lucha contra la delincuencia en Castilla durante el siglo XV, pero con el paso del tiempo fue perdiendo relevancia y poder. Con la llegada de la modernidad y la consolidación del Estado, la institución fue perdiendo sus funciones y atribuciones, hasta que finalmente fue disuelta en el siglo XIX.
A pesar de su desaparición, la Santa Hermandad dejó un legado importante en la historia de Castilla y en la lucha contra la delincuencia. Su creación marcó un hito en la organización de la seguridad pública en la península ibérica y sentó las bases para la creación de instituciones similares en otros territorios.
En la actualidad, la Santa Hermandad es recordada como una institución que contribuyó a mantener el orden y la seguridad en una época de inestabilidad y conflictos. Su legado perdura en la memoria colectiva de los castellanos y en la historia de la Reconquista en España.