En la localidad de Santovenia de Pisuerga (Valladolid), la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil se enfrentó a un trágico incidente en julio de 2022, cuando el delincuente conocido como Pablo Antonio S.H. ('Chiqui') acabó con la vida de un vecino y posteriormente, tras atrincherarse en su casa, también disparó mortalmente al jefe de la UEI a través de la puerta. Los agentes han destacado que la munición utilizada era tan potente que ningún blindaje podía protegerlos.

En testimonios recogidos por Europa Press, tres agentes de la UEI explicaron que el Mauser antiguo utilizado por 'Chiqui' estaba cargado con balas del calibre 7.62, uno de los más grandes y considerado de guerra. A pesar de llevar chalecos antibalas y otros equipos de protección que pesaban entre 40 y 50 kilos, admitieron que no podían resistir el impacto de esas balas, como lamentablemente demostró el trágico suceso con el teniente coronel Pedro Alfonso Casado.

Los guardias civiles relataron cómo 'Chiqui' disparó intencionadamente a través de la puerta hacia donde estaban ellos posicionados, amenazando y causando pánico. La joven hijastra del acusado también testificó, acusando a su exnovio de fingir el secuestro e involucrándose en un trágico desenlace que estremeció a la comunidad.

El juicio sigue su curso en la Audiencia de Valladolid, con testimonios que revelan una trágica cadena de eventos impulsados por disputas personales y resentimientos. Sin embargo, la defensa del acusado solo reconoce la existencia de dos homicidios y un delito de tenencia ilícita de armas, mientras que otras partes involucradas buscan una justicia más severa y completa para las víctimas y sus familias.