En una reciente operación realizada por la Guardia Civil, se han confiscado 305 plantas de marihuana y 835 gramos de esta sustancia ya seca, junto con diversas herramientas y equipos que facilitan su cultivo.
BURGOS, 20 de mayo. La operación, denominada 'Operación Ricover', se llevó a cabo en la comarca de Las Merindades, donde se logró desmantelar dos invernaderos clandestinos de cannabis ubicados en viviendas particulares y se clausuró un importante punto de distribución de esta droga en un tercer domicilio, según informaron fuentes oficiales del Instituto Armado.
Las acciones se llevaron a cabo bajo una orden judicial que dio lugar a la detención de cinco individuos, con edades que oscilan entre los 21 y los 45 años. Estos están acusados de violar la ley sobre drogas, tanto en el cultivo como en la venta de estupefacientes, además de haber realizado conexiones ilegales al suministro eléctrico.
Las indagaciones comenzaron en julio de 2024, cuando las fuerzas de seguridad decidieron enfocarse en tres viviendas situadas en la Merindad de Valdeporres, donde se sospechaba de actividades ilícitas vinculadas al tráfico de drogas. El objetivo era identificar y neutralizar puntos de venta al por menor en la provincia.
Las observaciones realizadas por la Guardia Civil fueron meticulosas, dado el carácter delicado de la investigación. Esto permitió localizar con precisión las propiedades, incluyendo dos casas en una misma pedanía y un apartamento en un edificio de otra localidad.
Los registros revelaron un frecuente movimiento de personas en los inmuebles, lo que sugería que eran utilizados como residencias habituales. Esto llevó a las autoridades a proceder con entradas simultáneas en los tres lugares bajo la supervisión de un juez.
El apartamento en el bloque de pisos servía como un punto de venta, mientras que las dos casas rurales estaban completamente equipadas para el cultivo, con lámparas, ventiladores, extractores y una extensa red eléctrica dispuesta para el crecimiento de las plantas.
Se incautaron 305 plantas de marihuana de distintas dimensiones, así como 835 gramos de la misma, que ya había sido seca y estaba lista para la distribución. También se encontraron macetas, semilleros y otros implementos necesarios para la producción de esta droga, junto con dos básculas de precisión.
Además, se detectaron conexiones eléctricas ilegales, con la colaboración de técnicos de las compañías eléctricas que proveen servicio a los inmuebles, utilizadas para ocultar el alto consumo energético requerido para estas instalaciones. Esto constituye un delito por defraudación de fluido eléctrico.
La operación, gestionada desde el Juzgado de Instrucción número 1 de Villarcayo y coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos, ha sido clave para desarticular dos instalaciones clandestinas de cultivo de cannabis y un punto de venta de dicha sustancia.
En la ejecución de los registros también participaron unidades especializadas, como la USECIC y el Servicio Cinológico de Burgos, que contó con un perro entrenado en la detección de drogas.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.