En el centro de Valladolid, el hostelero F.R.A. ha negado rotundamente todas las acusaciones de tráfico de drogas en su establecimiento. Alega que desconoce el origen de las sustancias encontradas en su local y en su ropa interior durante el cacheo en la comisaría.

En una vista celebrada en la Audiencia de Valladolid, el acusado, recientemente absuelto de un delito similar, ha contado que en octubre de 2022 varios agentes policiales entraron en su cafetería pidiendo bajar la música y encender la luz.

Según el informe presentado en la audiencia, se encontraron envoltorios de droga y herramientas para su distribución en un espacio escondido del local. A pesar de ello, el hostelero insiste en que la droga no era suya, y que permitía el acceso solo a empleados.

La Fiscalía pide cinco años de prisión por delito contra la salud pública, alegando que el local estaba equipado para la venta de drogas. El hostelero reconoce que la droga encontrada tras el cacheo era suya, pero asegura que era para autoconsumo.

La acusación sostiene que el dinero en efectivo encontrado en posesión del acusado también es un indicio de tráfico de drogas. La defensa, por su parte, solicita la absolución basándose en testimonios contradictorios y en los problemas personales del acusado.

En medio de testimonios y argumentaciones contrapuestas, la sentencia final queda en suspenso hasta que se presenten más pruebas que confirmen la culpabilidad o inocencia del hostelero ante los cargos de tráfico de drogas.