Crónica Castilla y León.

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Valladolid se inclina por la "flexibilidad" en la Zona de Bajas Emisiones con restricciones a partir del 1 de julio.

Valladolid se inclina por la

En un movimiento controvertido, el Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado la Ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) este lunes. Esta norma, que busca cumplir con las leyes europeas que exigen su implementación, promete ser "lo más flexible posible". Las primeras restricciones para vehículos sin etiqueta comenzarán a regir a partir del 1 de julio de 2025.

El concejal de Tráfico y Movilidad, Alberto Gutiérrez, ha sido el encargado de anunciar esta medida, detallando los aspectos más relevantes de la implementación de la ZBE. Tras su aprobación en la reunión extraordinaria de la Comisión de Movilidad, será debatida definitivamente en el próximo pleno municipal programado para el 28 de octubre.

Entre las novedades, la normativa ha integrado algunas alegaciones propuestas por diversos colectivos. En este sentido, se permitirá temporalmente el acceso a la almendra central de Valladolid a vehículos sin etiqueta ambiental acreditados que transporten menores de 16 años a centros educativos, así como a aquellos utilizados por familias numerosas.

Gutiérrez ha afirmado que el Ayuntamiento trabaja en la elaboración de una guía para informar a los ciudadanos sobre los pasos a seguir para acreditar sus vehículos. En esta primera fase, que comienza el 1 de julio, solo se verán afectados el 16 por ciento de los vehículos censados en Valladolid, es decir, 27.747 vehículos que, debido a su antigüedad y características, son considerados más contaminantes y no pueden acceder a una etiqueta ambiental.

La segunda fase de aplicación de esta zona de bajas emisiones impactará a los vehículos con etiqueta B, que actualmente suman 59.217 vehículos, es decir, el 35 por ciento. Estos vehículos deberán cumplir con la normativa a partir del 1 de enero de 2028.

Según explicó el concejal, el Ayuntamiento ha optado por implementar esta normativa de manera "flexible", lo que ha llevado a que el perímetro de la ZBE se reduzca a 1,1 kilómetros cuadrados, en contraste con los 3,1 kilómetros cuadrados que planteaba la Administración anterior.