Crónica Castilla y León.

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Exmiembro de Vox en Palencia denuncia "caudillismo" en el partido y considera demandar para ser expulsado.

Exmiembro de Vox en Palencia denuncia

PALENCIA, 5 de agosto.

La exportavoz de Vox en el Ayuntamiento de Palencia, Sonia Lalanda, está considerando emprender acciones legales después de ser expulsada del partido, una decisión oficializada el pasado viernes tras el rechazo del Comité de Garantías a su apelación.

Desde su salida, Lalanda no ha dudado en criticar vehementemente a Vox, acusando al partido liderado por Santiago Abascal de adoptar prácticas de "caudillismo" en su gestión del poder.

Durante una conferencia de prensa, la política argumentó que la resistencia de Vox a mantener un sistema democrático interno se ha convertido en una grave cuestión estructural.

Lalanda enfatizó que la organización opera bajo un modelo de "orden y mando", careciendo de mecanismos para el debate interno y la creación de proyectos. También advirtió que todos los cargos están sujetos al control desde Madrid, que resulta ser "la sombra detrás de cada declaración o publicación" en redes sociales.

La exrepresentante de Vox afirmó que este enfoque prioriza el control sobre la comunicación externa más que el desarrollo de proyectos o la realización de un trabajo eficaz. "Por esa razón, han ido alejando a figuras relevantes del partido, incluso a su fundador, para rodearse únicamente de aquellos que son más sumisos, que son los que necesitan la política para subsistir", subrayó.

Al detallar su trayectoria profesional, Sonia Lalanda recalcó que su entendimiento de la política es el de un "servicio público", lamentando el "servilismo" de algunos de sus colegas, a quienes calificó de "mediocres en la vida civil" que sin la política no podrían sobrevivir. Se refirió particularmente a David Hierro, actual secretario provincial de Vox y portavoz parlamentario, a quien indicó que es el que realmente controla el partido en Palencia.

Lalanda acusó a Hierro de haberla usado para avanzar en su carrera, recordando que él fue quien la convenció para volver a la política, buscando su apoyo para convertirse en procurador de las Cortes de Castilla y León. Una vez logrado este objetivo, ella se convirtió, según sus palabras, en "un peligro que había que neutralizar".

Concluyendo su crítica, la exintegrante de Vox denunció la falta de transparencia en la gestión de recursos del partido, la desconexión con los representantes provinciales y las dificultades para mantener un contacto real con la ciudadanía.

Asimismo, afirmó que a la formación de Abascal no le interesan los asuntos locales, autonómicos o nacionales, y que han hecho estallar gobiernos regionales para "gritar, aprovechar el descontento y calentar la calle", advirtiendo de una "deriva peligrosa" que, en su opinión, se aleja de los principios fundacionales de Vox.