Crónica Castilla y León.

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Incendios en León arrasan con más de 72.500 hectáreas vitales para la biodiversidad y la avifauna.

Incendios en León arrasan con más de 72.500 hectáreas vitales para la biodiversidad y la avifauna.

LEÓN/MADRID, 3 de septiembre.

Recientemente, se ha revelado que una porción significativa de la superficie devastada por incendios en España pertenece a 'Áreas Importantes para las Aves y la Biodiversidad' (IBA). En la provincia de León, 72.523 hectáreas de estas áreas han sido consumidas por las llamas, según un informe de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).

Según la ONG, durante los meses de julio y agosto, más de 411.000 hectáreas han sido devoradas por el fuego, convirtiendo al 2025 en el año más devastador en términos de incendios forestales en España en más de 30 años.

SEO/BirdLife ha analizado el impacto de estos incendios en el patrimonio natural del país, utilizando como criterio las IBA, espacios fundamentales que albergan poblaciones internacionales de aves y que son vitales para la conservación de la biodiversidad.

La ONG ha señalado que alrededor del 18% de las IBA han sufrido daños a causa de los incendios ocurridos este verano, afectando a 84 IBA y un total de 156.892 hectáreas de hábitats que son cruciales para la conservación de la biodiversidad, lo que representa casi el 40% de la superficie total quemada.

Las comunidades más afectadas han sido Castilla y León, Asturias y Cantabria, con un total de 110.185 hectáreas arrasadas en 23 IBA. Extremadura también ha sufrido considerablemente, siendo la región con más IBA dañadas, con 29.206 hectáreas y 26 áreas impactadas por el fuego.

Particularmente alarmante es la situación de León, donde se reportan pérdidas de 72.500 hectáreas, distribuidas en regiones como los Montes Aquilanos, la Sierra de La Cabrera, Riaño y las Sierras de Gistreo y Coto.

En cuanto a las especies más vulnerables, SEO/BirdLife ha alertado que la población cantábrica de urogallo común se ha visto severamente afectada, ya que todas las IBA donde reside esta especie han sufrido el impacto del fuego, lo que pone en riesgo su futura supervivencia. Con solo 209 ejemplares en la población, la situación es preocupante.

El águila imperial ibérica también está en peligro, con 19 IBA dañadas, que presentan un riesgo significativo para esta especie territorial, ya que su apego a su territorio dificulta la recolonización tras el incendio. Si bien algunas zonas podrían ser recuperables, muchas áreas podrían quedar inhabilitadas para la próxima temporada.

Esta preocupación no se limita al águila imperial; el buitre negro ha visto afectadas 13 IBA, y tanto la cigüeña negra como el milano real han tenido que lidiar con daños en 28 IBA cada uno.

SEO/BirdLife ha subrayado el "grave efecto" de los incendios sobre otras aves amenazadas, como el alimoche común, el quebrantahuesos y el águila perdicera, cuyos hábitats fundamentales para su reproducción y alimentación han sido "severamente" impactados.

A pesar de que algunos incendios pueden parecer de "menor magnitud", la ONG advierte que las alteraciones en el paisaje provocadas por el fuego pueden llevar al abandono de estos terrenos por las aves, poniendo en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.

Este desastre no solo ha impactado a las aves forestales; las aves esteparias también han sufrido, con daños en IBA críticas para especies como la alondra ricotí y el aguilucho cenizo, así como el sisón común, que ha perdido presencia en 25 IBA.

SEO/BirdLife ha señalado que el verdadero impacto de los incendios sobre las poblaciones avícolas no podrá medirse hasta la siguiente temporada reproductiva, cuando se realicen nuevos censos. Aunque algunos individuos pueden haber sobrevivido, muchos han perecido por diversas causas asociadas al incendio.

Finalmente, la ONG destaca que los incendios no solo destruyen hábitats, sino que también causan la muerte directa de aves debido a la inhalación de humo y el choque térmico. Las malas condiciones de visibilidad durante los incendios pueden resultar en colisiones fatales, y aquellos que logran escapar enfrentan desafíos adicionales, como la competencia por recursos con fauna no desplazada y la falta de alimento y agua, lo que agrava aún más el impacto ecológico de este desastre.