En Burgos, el 10 de octubre, una mujer de 29 años denunció haber sido violada, retenida y drogada en su propio hogar por dos miembros de una secta evangélica de Aranda (Burgos) en junio de 2022.

Según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, la Policía Nacional está investigando los hechos y los presuntos autores ya están identificados. Hasta el momento, no se han encontrado indicios de delitos.

De acuerdo con el Diario de la Ribera, la presunta agresión tuvo lugar hace más de dos años. La mujer informó a la Policía Nacional que fue víctima de violaciones y agresiones sexuales por parte de dos hombres durante un mes, quienes la retuvieron y drogaron en su propio hogar.

Tras la pandemia, la mujer se puso en contacto con la Iglesia Movimiento Misionero Mundial en Burgos y cedió su vivienda como sede para el grupo. Después, se abrió una sede en un local en Aranda.

Según su testimonio en el periódico local de Aranda, la mujer recuerda vagamente una tarde en la que le echaron algo en su bebida y fue violada. Afirmó que pagaba entre 200 y 300 euros al mes para pertenecer a ese movimiento.

Además, reveló que le confesó al pastor de la iglesia en Madrid lo sucedido y él le recomendó no denunciar. Al dejar de pagar las cantidades, el líder religioso la obligó a firmar una declaración negando los abusos, algo a lo que se negó.