
La reciente decisión de la Audiencia de Valladolid ha suscitado un gran revuelo en el ámbito público, tras confirmar el procesamiento del conocido humorista Héctor de Miguel, quien se presenta bajo el seudónimo de 'Quequé'. Este paso judicial se produce en el contexto de una querella interpuesta por Polonia Castellanos, presidenta de la Fundación Española de Abogados Cristianos, quien le acusa de haber incitado a sus seguidores a acosarla a través de llamadas telefónicas tras anunciar su intención de llevarlo a los tribunales por sus polémicas declaraciones.
El proceso se enmarca dentro de una serie de acontecimientos que comenzaron cuando Castellanos decidió presentar una acción legal contra 'Quequé' por sus comentarios, que según ella, abogaban por la violencia en el contexto del Valle de los Caídos y contra sacerdotes. La Audiencia ha seguido la recomendación de la Fiscalía y ha rechazado el recurso de apelación interpuesto por el humorista, lo que allana el camino para que el caso avance hacia un juicio donde se evaluarán las pruebas y argumentos de ambas partes.
El tribunal ha subrayado que la transformación del procedimiento no debe ser confundida con un veredicto de culpabilidad. Se han presentado indicios suficientes que sugieren que 'Quequé' pudo haber realizado actos que constituyen acoso, incluso cuando el humorista defiende que sus expresiones tenían un carácter humorístico y se basaban en su derecho a la libertad artística. La Audiencia ha dejado claro que será en el juicio donde podrá definir su defensa de manera adecuada.
A pesar de que el humorista argumenta que nunca convocó a sus seguidores a actuar contra Castellanos y se refiere a su comentario como una broma, el tribunal ha señalado que, en comparación con los efectos que se produjeron, el resultado fue exactamente contrario a lo que pretendía. Las múltiples llamadas y mensajes que inundaron la línea telefónica de la Fundación durante ese día son, según la acusación, el resultado directo de sus palabras, lo que podría configurarse como un acto delictivo.
La Audiencia ha planteado además que la libertad artística no exime a un individuo de las consecuencias de sus actos, sobre todo cuando estos infligen daño o malestar a un tercero. Esta valoración legal será clave en el juicio que se avecina, donde se examinarán las implicaciones de las acciones de 'Quequé'.
Los últimos meses han sido especialmente intensos para Castellanos, quien, tras una declaración del humorista vía videoconferencia, manifestó que la valentía para incitar a otros no se traduce en una actitud efectiva durante el interrogatorio. La abogada ha expresado su interés por una resolución que responsabilice a 'Quequé' por lo que considera un comportamiento acoso, esperando que las justificaciones del humorista no lo liberen de un fallo en su contra.
Castellanos ha hecho hincapié en el impacto negativo que las acciones de 'Quequé' han tenido en su vida personal y profesional, recordando que recibió más de 1.200 llamadas en un solo día, lo que representó una carga psicológica considerable y la llevó a temer por su propia seguridad y la de sus hijas.
La presidenta de la FEAC ha dejado claro que su objetivo no es el encarcelamiento del humorista, sino el establecimiento de un respeto mutuo y la necesidad de que él cese su acoso. Sin embargo, su frustración aumenta al ver que 'Quequé' no ha mostrado arrepentimiento, haciendo referencia en su defensa a cuestiones de salud mental, lo que Castellanos considera un intento de evadir la responsabilidad por sus actos.
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