Respiran alivio en Ojos Albos: el incendio en El Herradón de Pinares muestra mejoría y permite el regreso de evacuados.

La situación en Ávila se torna crítica con la llegada de una intensa ola de calor, que coincide con las labores de extinción de un incendio forestal que ha estado arrasando desde el viernes en la zona de El Herradón de Pinares. Este sábado, 16 de agosto, se presentan desafíos significativos para el operativo de emergencia, a pesar de que el panorama inicial es, en términos generales, favorable.
Las autoridades locales, encabezadas por José Francisco Hernández, delegado de la Junta en Ávila, y Álvaro Gómez, director técnico del operativo de extinción, han compartido información sobre la evolución del fuego en el Puesto de Mando Avanzado (PMA). Aunque se ha logrado el realojo de los residentes de Ojos Albos, la preocupación persiste debido a las altas temperaturas que podrían agravar la situación a lo largo del día.
El incidente, que durante el día anterior alcanzó un nivel de gravedad potencial 2 en la clasificación de incendios, ha demostrado ser difícil de controlar. En un intervalo de apenas dos horas, el fuego se expandió tres kilómetros, lo que culminó en un total de aproximadamente diez kilómetros de longitud y un perímetro que abarca 30 kilómetros, afectando alrededor de 3.000 hectáreas de terreno.
Gracias al arduo trabajo realizado durante la noche, los equipos de emergencia han logrado perimetrar el 90% del incendio a primeras horas del día. Se espera completar esta tarea en el transcurso del sábado. Este avance ha permitido que algunos de los evacuados regresen a sus hogares, mientras que se sigue evaluando la situación de los vecinos de Urraca-Miguel, que aún no han sido reubicados.
A pesar de estas mejoras, Hernández expresó su preocupación por la inestabilidad climática que podría llevar a la reactivación del incendio. La jornada promete ser larga, y se ha advertido que queda un considerable desafío por delante para asegurar la contención total del fuego.
Por su parte, Álvaro Gómez detalló que actualmente se están estabilizando los perímetros con maquinaria pesada, dado que la zona más complicada se encuentra al norte, cerca del río Voltoya. Aunque el crecimiento del perímetro ha sido controlado, existen varios puntos aún activos, y el equipo continúa combatiendo focos calientes que podrían reiniciar las llamas. Las áreas afectadas incluyen pastizales, matorrales y algunas zonas de repoblación, lo que incrementa la inquietud ante la ola de calor que amenaza con intensificar las llamas. Hasta ahora, alrededor de 400 efectivos han estado realizando estas cruciales tareas de extinción.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.