Veinticinco implicados en la 'Operación Santo' acuerdan penas de hasta 80 años y multa de 809.000 euros.
En un desarrollo significativo relacionado con la lucha contra el narcotráfico, tan solo cuatro individuos han optado por rechazar el pacto propuesto, mientras que el juicio avanza en la Audiencia de Valladolid exclusivamente contra ellos.
En el transcurso de una audiencia reciente, se alcanzó un acuerdo en el marco de la denominada 'Operación Santo', donde un total de veinticinco acusados, muchos de los cuales forman parte de los clanes conocidos como 'Monchines' y 'Mena', aceptaron cumplir penas que suman más de ochenta años de cárcel y sanciones económicas por un total de 809.000 euros. Sin embargo, de esta cifra, solo cuatro acusados decidieron no acogerse al acuerdo, lo que ha llevado a que el juicio proceda únicamente contra ellos.
Durante la sesión anterior al juicio formal, los procesados que no aceptaron el acuerdo, Manuel M.C, Kevin R.I, Antonio Miguel C.L. y Alexis M.N, enfrentan penas de siete años, siete años y once meses, cuatro años y medio, y dos años y medio, respectivamente. Además, se les imponen multas de 6.000, 45.000, 12.000 y 10.000 euros. Por otro lado, aquellos que sí llegaron a un pacto con la fiscalía se enfrentan a condenas que van desde un año, la más leve, hasta cinco años y ocho meses, con mención especial para el conocido 'Monchín' José Enrique R.L. apodado 'Chirras'.
Las conformidades implican el reconocimiento de diversos delitos, incluyendo tráfico de drogas que causanserios daños a la salud, pertenencia a organización criminal y, en algunos casos, tenencia ilícita de armas. Un número considerable de acusados ha recibido atenuantes por motivos de drogadicción. Además de las penas privativas de libertad, las multas impuestas oscilan entre los 1.000 y los 210.000 euros, reflejando la gravedad de los delitos cometidos.
La detención de los acusados se llevó a cabo en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera (AEAT) en dos fases, el 30 de mayo y el 6 de junio de 2003, tras una investigación iniciada a principios de 2022 en Valladolid. Esta indagación giró en torno a un clan familiar, los 'Menas', establecido en el Barrio España, que supuestamente estaba vinculado al tráfico de estupefacientes y actividades delictivas organizadas.
Al comienzo de la investigación, fuerzas policiales detectaron vastas cantidades de sacos y bolsones con residuos de plantaciones de marihuana en un vertedero cercano al cementerio del Carmen. Estas evidencias estaban conectadas con los efectivos encontrados durante las operaciones y, por ende, con la actividad de narcotráfico del grupo mencionado.
Este clan era conocido por sus técnicas de cultivo “indoor” de marihuana, realizando plantaciones en el interior de edificaciones que luego eran cosechadas y distribuidas en el mercado negro. Informes de la Policía Nacional indican que en la misma calle, la organización poseía hasta siete viviendas, lo que les permitía mantener un control constante sobre sus operaciones.
Una de las propiedades utilizadas para el cultivo contaba, sorprendentemente, con un túnel subterráneo de aproximadamente cinco metros que se comunicaba con una farola, en un claro intento de ocultar su actividad delictiva.
A medida que las investigaciones avanzaron, se descubrió la fuerte conexión entre este clan y otro grupo delictivo, los 'Monchines', establecidos en el barrio de Pajarillos, que también estaba bajo investigación, aunque por motivos diferentes. Este clan estaba asociado principalmente a la venta de cocaína y heroína. Ante este hallazgo, las líneas de investigación se entrelazaron, dando lugar a la 'Operación Santo'.
Las pesquisas fueron complicadas debido a la naturaleza operativa y la peligrosidad de los clanes involucrados. Se intervinieron diferentes armas en sus residencias y la mayoría de los miembros estaban relacionados por lazos familiares, lo que concedía a la organización un peligroso arraigo en los barrios locales. Un investigado clave, propietario de varias viviendas en la zona, adoptó esta estrategia de seguridad que complicaba aún más la labor policial.
En total, se realizaron dieciséis registros, siete de ellos en el Barrio España y otros en diferentes localidades como Cabezón de Pisuerga, Cubillas de Santa Marta y Aldeamayor de San Martín, entre otros. Durante estas intervenciones, se confiscó un impresionante número de más de 3.500 plantas de cannabis, junto a cocaína, hachís, vehículos, armas y una suma significativa de dinero en efectivo atribuida al tráfico de drogas.
Finalmente, en la madrugada del 6 de junio, se llevó a cabo una operación conjunta contra el resto de los involucrados en la venta y distribución de diversas sustancias estupefacientes. Esta acción se extendió por varias localidades, incluyendo Valladolid, Palencia, Madrid y Bilbao, resultando en un total de 23 registros adicionales donde se confiscaron más de 23 kilogramos de hachís, marihuana, cocaína y heroína, así como una impresionante cantidad de material delictivo, incluyendo armas y dinero en efectivo.
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