VALLADOLID, 5 de marzo. La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León y responsable del área de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha expresado su fuerte desacuerdo con la decisión del presidente Pedro Sánchez de dividir competencias primordiales del Estado, como son la política migratoria y el control de fronteras, en lo que ella considera una capitulación ante el independentismo.

En una reciente entrevista con Europa Press, Blanco criticó la delegación de competencias en materia de inmigración a Cataluña establecida entre el PSOE y Junts. Según la vicepresidenta, este acuerdo representa una rendición del Gobierno español al chantaje de los secesionistas, actuando de manera clandestina y deshonesta.

Blanco sostuvo que la inmigración debería ser tratada como una verdadera política de Estado, defendiendo la necesidad de un control fronterizo eficaz que debe involucrar a la Unión Europea de manera más activa. “Las soluciones deben originarse en el lugar de procedencia, necesita de recursos suficientes y, sobre todo, un gran consenso nacional en temas migratorios. Sin embargo, lo que hace el Gobierno es ceder ante sus aliados independentistas, tal como ha hecho con la financiación autonómica y otras cuestiones, lo cual es completamente irracional”, indicó.

La vicepresidenta manifestó su esperanza de que este acuerdo no prospere y, en caso de que lo haga, dejó claro que Castilla y León tomará las “medidas necesarias", tanto a nivel legislativo como en la ejecución de políticas correspondientes.

A lo largo de su análisis del pacto entre PSOE y Junts, Blanco lamentó que se estén traspasando "líneas rojas", incluso llegando a equiparar a aquellos que no nacieron en Cataluña con los inmigrantes. Señaló que hacer que alguien se sienta extranjero en su propia nación es intolerable, subrayando que el Gobierno de Sánchez está cruzando demasiadas fronteras en este tema.

Blanco resaltó el carácter “solidario” de Castilla y León, afirmando que cuando los migrantes llegan a la comunidad, independientemente de su origen, se les brinda una acogida y atención en las condiciones más óptimas, garantizando siempre su dignidad.

“Es incomprensible que una competencia tan esencial del Estado como el control de fronteras y la política migratoria sea fragmentada y delegada a una comunidad autónoma y a un partido específico. Este acuerdo entre el Partido Socialista y Junts, que se encuentran en extremos opuestos, es una entrega más a las exigencias continuas de los separatistas,” concluyó Blanco con firmeza.