En un trágico giro de los acontecimientos, el cuerpo de un hombre ha sido encontrado en el río Pisuerga en Valladolid, aunque el subdelegado del Gobierno ha indicado que aún no se puede confirmar si se trata de Alejandro Aranda Lasheras, el profesor zaragozano desaparecido desde el 22 de marzo. Durante una comparecencia pública, Jacinto Canales subrayó que no habrá más información hasta que se complete su identificación de manera definitiva.

La fatídica localización se produjo esta mañana, en las cercanías del embarcadero del Museo de la Ciencia. La intervención de los bomberos ha llevado a que la Policía Nacional inicie las diligencias pertinentes y se active el protocolo judicial para el manejo del caso. Canales enfatizó la importancia de notificar primero a la familia del fallecido antes de compartir cualquier detalle adicional.

Este hallazgo representa un momento crítico de incertidumbre para los allegados de Alejandro Aranda, un historiador de 30 años originario de Zaragoza que había sido objeto de intensas búsquedas en la provincia tras su desaparición. Desde su ausencia, amigos y diversas comunidades locales se unieron en esfuerzos de búsqueda en áreas rurales y montañosas a las que podría haberse dirigido.

El joven historiador llegó a Valladolid el 23 de marzo con el propósito de ser guía en una excursión. Esta fue su primera visita a la ciudad, donde se hospedó en el Hotel Olid. Testigos relatan que el día de su desaparición mostró signos de inquietud, aunque sin conductas agresivas. Esa misma noche dejó el hotel, dejó su teléfono móvil en la habitación y su maleta fue localizada posteriormente en una calle cercana al Museo Nacional de Escultura.

Familiares de Alejandro han compartido que padece esquizofrenia y que podría haber estado omitiendo su tratamiento médico. Su hermana, Isabel, instó a que los esfuerzos de búsqueda se centraran en entornos naturales, dada la pasión de Alejandro por la naturaleza. “Es fundamental que se dirijan los esfuerzos hacia esas áreas”, comentó.

Físicamente, Alejandro Aranda mide 1.88 metros de altura, pesa alrededor de 70 kilogramos, tiene cabello castaño y ojos marrones con matices verdes. En este momento, la colaboración de la ciudadanía es esencial para ayudar en el desarrollo de esta situación tan angustiosa.