El Ayuntamiento de Valladolid ha celebrado un evento institucional en la Casa Cervantes para honrar la memoria del literato español Miguel de Cervantes, quien residió en la ciudad por un tiempo. Además, este acto fue organizado para conmemorar el Día del Libro. La figura destacada del evento fue el escritor Eduardo Mendoza, quien ha sido galardonado con el Premio Cervantes y el Premio Planeta.
El evento tuvo lugar en la Casa Museo de Miguel de Cervantes, donde el Ayuntamiento rindió homenaje a la memoria del autor de El Quijote. El alcalde de la ciudad, Óscar Puente, y el resto de la Corporación municipal también estuvieron presentes en el evento.
El autor Eduardo Mendoza, quien recibió el Premio Cervantes en 2016, utilizó el prólogo de El Quijote como base de su intervención y demostró su gratitud por participar en este evento en Valladolid.
Antes de que Mendoza pronunciara su discurso, el alcalde Óscar Puente dirigió unas palabras. Reflexionó sobre cómo cada vez que llega abril, Valladolid "siente irremediablemente la llamada de ese pasado letraherido de nuestra tierra, sobre el que se asientan y en el que enraízan el afecto y la querencia humanista que hoy, en pleno siglo XXI y pleno advenimiento de la era de la virtualidad, continúan caracterizando nuestro paisanaje".
Puente también destacó la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión que permanece abierta en la acera de Recoletos, la celebración del Día del Libro en la plaza de España este domingo, 23 de abril, y la Feria del Libro de Valladolid, que tendrá lugar a comienzos de junio, como los grandes hitos que marcan la cultura del libro y la lectura en cada primavera vallisoletana.
El alcalde destacó que el siglo XXI ha traído consigo la proliferación de nuevos medios de comunicación escrita que representan una amenaza para los materiales tradicionales y la necesidad de que las nuevas generaciones no dejen de sentir la necesidad de la lectura. Puente defendió el libro "o cualquiera que sea su sucesor como formato" como garante de la preservación de esa naturaleza lingüística de nuestra especie.
Por último, destacó la importancia de la vida literaria de Valladolid desde los tiempos de la Corte Literaria de Felipe III, más de cuatro siglos después, y animó a los vallisoletanos y turistas a participar en ella.