En un destacado acto de valentía y profesionalismo, una pareja de agentes de la Guardia Civil ha salvado la vida de una mujer de 69 años que sufrió un atragantamiento en un bar de Laguna de Duero, Valladolid, el pasado 5 de mayo.

Los hechos ocurrieron en la tarde del lunes, cuando los agentes, al volver a su cuartel tras disfrutar de un café cercano, escucharon gritos de auxilio en el establecimiento, donde se alertaba sobre la situación crítica de una clienta que no podía respirar.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron a la mujer en un estado preocupante, incapaz de inhalar debido a un trozo de tostada atascado en su garganta. Actuando con rapidez, una agente comenzó de inmediato la maniobra de Heimlich, logrando que la mujer expeliera parte del objeto que bloqueaba su respiración.

Sin embargo, en un momento crítico, la mujer perdió el conocimiento y el segundo agente se vio obligado a continuar con la maniobra en el suelo, logrando finalmente que expulsara el resto de la comida que la tenía en peligro.

Después de la intervención, la mujer comenzó a respirar nuevamente y recobró la consciencia en poco tiempo, manifestando que se sentía bien. La intervención oportuna de los agentes, gracias a su formación en soporte vital básico, fue crucial para estabilizarla hasta la llegada de los servicios médicos.

Los profesionales de la salud que atendieron a la mujer elogiaron la actuación rápida y efectiva de los agentes, quienes demostraron que las técnicas de reanimación son esenciales en situaciones de emergencia.

La Guardia Civil enfatiza la importancia de conocer y aplicar los fundamentos de primeros auxilios, resaltando que estas habilidades pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en momentos de crisis.

Para estar siempre preparados, la Guardia Civil seguirá capacitándose en Soporte Vital Básico durante los años 2024 y 2025, con el objetivo de actuar de manera eficaz y rápida en cualquier emergencia que se presente.