La sequía y heladas han afectado los cultivos en Castilla y León, y la pérdida de cosecha se estima en más del 60 por ciento en comparación con un año normal. Los cultivos de colza y vezas han sido los más afectados, con pérdidas irreversibles que alcanzan del 70 al 80 por ciento. Si no llueve abundantemente en los próximos diez a quince días, la situación podría llegar a ser aún peor y las pérdidas podrían tornarse generalizadas e irrecuperables en todos los cultivos.

La cantidad de lluvia en marzo fue insuficiente, y los costos de producción aumentaron en más del 60 por ciento en comparación con el año anterior, lo que representa un gran desafío para los productores. Afortunadamente, según Valentín García Fraile, coordinador de UCCL en Valladolid, la situación en Castilla y León aún es salvable, al igual que en Navarra y en algunas áreas del País Vasco. En el resto de España, incluyendo Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana, la situación agrícola es un desastre total.

La oscilación de la temperatura, entre los días y las noches, ha contribuido en gran medida a la disminución de la producción de cosechas. Hubo días en Semana Santa con una temperatura mínima de -7 y -8 grados Celsius, y una temperatura máxima de 22 a 23 grados. Algunos días la temperatura alcanzó los 27 y 28 grados, lo que generó mucho estrés para las plantas y se tradujo en la pérdida de cosechas en algunos casos.

UCCL ha pedido medidas urgentes, incluyendo ayudas directas de hasta 2.500 euros por agricultor a título principal, préstamos a cero por ciento de interés a siete años con dos años de carencia, y una exención de la Seguridad Social a 12 meses. También se ha solicitado la exención del impuesto de IBI a los ATPs tanto en la agricultura como en la ganadería rústica y urbana. Además, se ha pedido una reducción fiscal, una disminución de los rendimientos a mínimos en los módulos, y un aumento en los gastos de difícil justificación para quienes dependen de la agricultura y la ganadería.

El coordinador de UCCL ha criticado las medidas agroambientales de la nueva PAC por su ineficacia medioambiental y los altos costos de producción que representa. Se ha pedido que se revisen estas medidas para adaptarlas a la situación actual, y se ha solicitado a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural que inicie las reuniones para buscar un acuerdo de comunidad para defender en la Conferencia Sectorial.