Los sindicatos Comisiones Obreras y UGT han iniciado una serie de concentraciones en las fábricas azucareras y de levaduras debido al estancamiento en las negociaciones del nuevo convenio colectivo. Según los representantes de los trabajadores, la falta de avances se debe a la intransigencia de la patronal en relación a una paga de 500 euros de carácter lineal.

Esta demanda es la principal petición de los sindicatos en la negociación del nuevo convenio colectivo, la cual se vio interrumpida el pasado 15 de julio tras la última oferta presentada por la patronal. Como consecuencia, se ha dado inicio a una serie de movilizaciones que comenzaron con una concentración en la fábrica de Acor en Olmedo, Valladolid, seguida por otra en la Azucarera de Miranda de Burgos y próximamente en las plantas de levaduras de Lesafre y AB Mauri.

Los sindicalistas han advertido que de no llegar a un acuerdo, podrían tomar medidas más contundentes, incluyendo paros y movilizaciones, e incluso una huelga durante las campañas. Destacan que los trabajadores del sector han experimentado una pérdida del 10% en su poder adquisitivo en el convenio anterior, y buscan recuperar parte de esta pérdida con la paga propuesta.

Los sindicatos argumentan que las empresas han obtenido importantes beneficios en los últimos años y deben compartirlos con los trabajadores, quienes se mantuvieron responsables y colaboradores en momentos difíciles para las compañías. Por ello, piden una compensación económica para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo y la reinstauración de una cláusula de revisión salarial en el convenio.

En resumen, los sindicatos están en desacuerdo con la postura de las empresas, las cuales se niegan a aceptar la paga solicitada y a reintegrar la cláusula de revisión salarial. Los trabajadores continúan firmes en su posición y buscan recuperar lo perdido a través de medidas de presión y movilizaciones en defensa de sus derechos laborales.