El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha confirmado la sentencia de tres años de prisión y una multa de 4.500 euros impuesta al ex cocinero del bar "Rincón de Sei" ubicado en el barrio de Parquesol en Valladolid. Esto se debe a que se encontró que traficaba con drogas en las inmediaciones del establecimiento y también en su propia casa.

La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial había emitido la sentencia el mes pasado, y ahora la Sala de lo Civil Penal del TSJCyL, con sede en Burgos, ha desestimado el recurso del acusado. Además, el tribunal confirmó la pena ligeramente reducida, ya que el fiscal había pedido cuatro años de prisión.

La defensa del acusado había planteado la posibilidad de que se anulara la condena debida a la nulidad del registro de la Policía Nacional, ya que no fue autorizado por el juez en el auto correspondiente y se hizo sin la presencia del acusado ni del verdadero propietario del trastero. Sin embargo, esto no fue aceptado por la Audiencia Provincial.

El fallo condenatorio se fundamentó en el testimonio de los policías que realizaron vigilancias y las incautaciones de sustancias a los clientes del acusado, así como la declaración de un toxicodependiente que lo incriminó, afirmando que el acusado le vendió drogas cerca de su casa por una suma de 50 o 60 euros.

En su declaración, el acusado dijo que trabajaba como cocinero en el bar de su madre en Parquesol, que consumía “todo tipo de sustancias” y negó haberse dedicado al tráfico de drogas. Admitió ser el propietario solo de dos pastillas de éxtasis y 40 gramos de marihuana, que la Policía encontró en su casa. Sin embargo, se incautaron otros artículos como 10 gramos de cocaína, 11 de MDMA, 11 de hachís, sustancias de corte y materiales para la confección de papelinas. El acusado negó que tuviera relación con esos artículos y argumentó que el cuarto pertenece a un amigo y que otras dos o tres personas también poseen la llave.

La policía comenzó la investigación después de recibir informaciones anónimas sobre una persona que presuntamente se dedicaba al tráfico de drogas en los alrededores del bar y en su casa. Después de realizar varias vigilancias, varios miembros de la policía pudieron confirmar los pases de drogas. Los policías describieron la conducta del acusado como típica de una persona que se dedicaba a la venta de sustancias al menudeo.