VALLADOLID, 21 de octubre. En una reciente resolución, el Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid ha decidido archivar el caso relacionado con una adolescente de 14 años que había denunciado a un hombre de 38 años, acusándolo de haberla llevado a un motel en Cabezón de Pisuerga la noche del 25 de mayo, donde supuestamente habría ocurrido una relación sexual no consentida bajo el efecto de drogas.

Según el auto de archivo del juzgado, al que tuvo acceso Europa Press, no se encontraron pruebas que indiquen coacción en la decisión de la joven para asistir al motel. Asimismo, el tribunal no halló indicios de violencia física y, además, se destacó que el acusado no tenía conocimiento de que la denunciante era menor de edad. Esto fue mencionado por la propia joven en su declaración, donde se presentó como una persona de 21 años, reconociendo que había falseado su edad tanto en el hospital como ante la forense que la examinó posteriormente.

Los acontecimientos iniciaron durante la noche del domingo 25 de mayo, cuando la menor, originaria de Colombia, se reunió para cenar en un establecimiento de Cabezón con un hombre que había conocido a través de Instagram. Posteriormente, él la condujo en su automóvil, que ella describe como un vehículo negro y relativamente nuevo.

Después de la cena, ambos se dirigieron a la Plaza de Poniente en Valladolid, donde se unió una amiga del acusado. Los tres compartieron un rato en un bar, consumiendo diversas bebidas alcohólicas. La menor, en su testimonio, menciona que tomó vino frizzante durante la cena y, en total, no llegó a beber más de cuatro copas.

A partir de ese punto, la menor afirma que perdió la memoria de los eventos subsiguientes, insinuando que podría haber sido drogada. Ella no pudo recordar el trayecto hasta el motel, algo corroborado por su madre, quien tiene instalada una aplicación de geolocalización en el móvil de su hija que la ubicó esa madrugada entre las 04:00 y las 07:00 horas en las cercanías de la Autovía A-62, donde se encuentra el mencionado motel.

La única parte del suceso que la menor recuerda es despertarse alrededor de las 07:00 horas en una habitación con el acusado y una amiga de él, ambos en ropa interior y ella vestida únicamente con ropa interior. Al levantarse para ir al baño, notó sangre en su orina, lo que la llevó a contactar a un amigo a quien le envió su ubicación y que se dirigió al motel para ayudarla.

La joven le comentó a su amigo que no recordaba lo sucedido, que tenía sangrado y que sospechaba haber sido drogada. Sin embargo, horas más tarde, al ser interrogada en el cuartel de Cabezón, donde había sido trasladada tras una visita al hospital, negó haber sido agredida sexualmente por cualquiera de las personas que estaban en la habitación.

Como consecuencia de las alegaciones, el hombre fue arrestado alrededor de las 09:00 horas de ese día y conducido a la Comandancia de Valladolid, donde permaneció hasta su comparecencia ante el juzgado al día siguiente.

En su declaración, tras lo cual recuperó la libertad, el acusado, defendido por el abogado Fernando Capellán, del despacho Tresierra y Asociados, afirmó que las relaciones mantenidas con la menor fueron consensuadas, defendiendo que nunca sospechó que ella fuera menor de edad, creyendo que tenía entre 21 y 22 años.

Además, el acusado aseguró que solo estaban presentes en la habitación él y la joven, lo cual fue corroborado por el gerente del motel durante la investigación, quien indicó a los agentes de la Guardia Civil que solo había registrado a los dos, además de señalar que la menor, cuyo estado parecía embriagado, carecía de documentación y tuvo que completar una ficha manual.