En la ciudad de Valladolid, la Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de una mujer acusada de coacción y allanamiento de morada, tras un periodo de más de un mes de amenazas hacia un hombre con una discapacidad del 65%.

Los hechos se desarrollaron en el barrio de La Rondilla, donde la víctima, asustada por la amenaza de que se hiciera público un vídeo sexual, terminó entregando un total de 11.415,10 euros a la sospechosa.

La brigada policial tuvo que intervenir en la mañana del pasado viernes, alrededor de las 8:20 horas, ante las quejas de un ciudadano que había denunciado a esta mujer el día anterior por amenazas. Al llegar al lugar, los agentes encontraron a la mujer en la calle manteniendo una conversación sospechosa con un hombre asomado a la ventana de su vivienda.

El hombre, visible estresado, le pedía a la mujer que lo dejara en paz. Al ser interrogada por los oficiales, la mujer negó haber solicitado la intervención de la policía o que ocurriera algún hecho ilegal.

Sin embargo, una mujer que se asomó desde el interior de la casa, identificándose como la hermana del hombre, corroboró que había denunciado a la mujer por coacción para obtener dinero. La denuncia que los agentes revisaron, presentada días antes, revelaba un patrón de acoso que había comenzado el 4 de julio.

Desde ese día, la detenida, conocida de la infancia del hombre, había usado artimañas como hacerle creer que se había quedado sin llaves, lo que la llevó a obtener inicialmente una suma de 100 euros para contratar un cerrajero.

A partir de entonces, la mujer intensificó sus demandas de dinero, presentando excusas variadas y empleando tácticas de presión, que incluían gritos y amenazas directas. En una de sus visitas, estuvo sola en el hogar del hombre durante varias horas, momento en el cual él notó la posible sustracción de objetos menores, lo que levantó sus sospechas sobre un posible robo.

Además, la detenida amenazó a la víctima con un vídeo comprometedor que supuestamente poseía, lo que provocó un estado de miedo que lo llevó a ceder a sus exigencias económicas, alcanzando la alarmante cifra de más de 11.000 euros. También se constató que ingresaba al domicilio sin autorización y se negaba a irse sin recibir más dinero.

Al interrogársele en la calle, la mujer admitió que había estado pidiendo dinero, pero se mostró desinformada sobre la cantidad total que había obtenido de la víctima. Ante la gravedad de la situación y la denuncia previa, la policía procedió con su arresto, acusándola de coacciones y allanamiento de morada.

Finalmente, la detenida ha sido presentada ante el juez, quien ha decidido ponerla en libertad provisional a la espera de un posible juicio futuro.