BURGOS, 8 de agosto. La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos ha iniciado acciones judiciales en relación con cuatro incidentes graves de seguridad vial, ocurridos entre el 25 de julio y el 3 de agosto, todos vinculados con la conducción bajo el efecto del alcohol.
El más grave de estos incidentes tuvo lugar en la noche del 25 de julio, cuando un vehículo se salió de la vía y volcó en un camino asfaltado que conecta dos localidades del área de Bureba.
A pesar de que el conductor de 68 años no sufrió lesiones, al someterlo a una prueba de alcoholemia realizada por una patrulla del Destacamento de Tráfico de Miranda de Ebro, se determinó que tenía niveles de 1,03 mg/l y 1,00 mg/l en aire espirado, superando en más de cuatro veces el límite legal permitido. Como resultado, fue detenido y puesto a disposición judicial por un presunto delito contra la seguridad vial, según el comunicado de la Subdelegación del Gobierno.
El 31 de julio, alrededor de las 23:00 horas, otro accidente se registró en el kilómetro 75,900 de la N-120, donde un coche también se salió de la carretera, causando daños a su estructura y al entorno. El joven de 25 años que conducía el vehículo no resultó herido y arrojó una tasa de alcohol de 0,86 mg/l y 0,90 mg/l.
En la madrugada del 2 de agosto, se produjo otro incidente en la carretera BU-200, donde un vehículo se salió de la vía y volcó. El conductor, de 38 años, sufrió heridas leves y presentó tasas de alcoholemia de 0,83 mg/l y 0,78 mg/l.
El último caso se dio el 3 de agosto durante un control preventivo en la carretera BU-200, donde los agentes detuvieron a un joven de 25 años, que mostraba claros signos de haber consumido alcohol. Las pruebas de alcoholemia realizadas revelaron niveles de 0,80 mg/l y 0,82 mg/l.
Las diligencias respecto a todos estos incidentes ya han sido entregadas a la autoridad judicial pertinente para su análisis y proceso correspondiente.
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