Medio centenar de personas se reunieron en Valladolid para participar en la manifestación organizada por la Plataforma Abolicionista en contra de la explotación sexual y la trata de personas. La marcha inició en la Plaza Fuente Dorada y estuvo acompañada de cánticos como "La prostitución es una agresión", "Sin abolición, no hay liberación", "Ninguna mujer nace para ser puta" y "Sin putero no hay trata". Antes de comenzar la marcha, cuatro representantes de la plataforma levantaron un muñeco con un letrero en el pecho que decía "putero".
Concha Ayala, portavoz de la Plataforma Abolicionista de Valladolid, declaró que esta manifestación se ha llevado a cabo durante tres años consecutivos. Ayala explicó que el movimiento feminista siempre ha demandado una ley abolicionista y señaló que ya hay un proyecto de ley orgánica presentado al Ministerio de Igualdad en 2020, pero no han recibido ninguna respuesta. La portavoz afirmó que esta propuesta de ley fue realizada por juristas, feministas y sobrevivientes de la prostitución, quienes tienen el conocimiento más profundo sobre este tema.
La marcha comenzó y finalizó en Fuente Dorada, pasando por varias calles de la ciudad. Al finalizar, se leyó un manifiesto en el que se destacó que esta manifestación se realizó en el marco del Día Internacional contra la Explotación Sexual y Trata de Personas, además de conmemorar los 110 años de la promulgación de la primera ley contra la prostitución infantil.
El manifiesto hizo hincapié en que una sociedad que consume, muestra indiferencia, silencia y niega la explotación sexual de las mujeres es cómplice de la violencia que sufren miles de personas. También se subrayó que no habrá igualdad mientras se utilice a las mujeres para el consumo sexual o reproductivo, y no habrá dignidad humana mientras la precariedad laboral lleve a la mercantilización de sus cuerpos.
Para finalizar, el manifiesto recordó que en lo que va del año se han registrado 78 "feminicidios" y criticó la respuesta insuficiente del Ministerio de Igualdad. Además, se mencionó que cada policía dedicado a la lucha contra la LGV tiene a su cargo un promedio de 60 mujeres, llegando a 150 en provincias como Ávila. La conclusión del manifiesto fue exigir la implementación de medidas efectivas contra la violencia machista y políticas feministas.