La Guardia Civil ha llevado a cabo una exitosa operación en Aranda de Duero, Burgos, que ha resultado en la desarticulación de ocho puntos de venta de drogas al menudeo, así como tres laboratorios clandestinos. Esta intervención se considera un duro golpe contra el tráfico de substancias ilegales en la zona.

En el transcurso de la operación, denominada 'Cherry', se han arrestado a siete individuos, cinco hombres y dos mujeres, con edades comprendidas entre los 25 y los 59 años. Uno de los detenidos es considerado el líder del grupo y actualmente se encuentra bajo custodia. Todos ellos están acusados de múltiples delitos relacionados con el tráfico de drogas, con un total de 13.400 dosis incautadas que estaban destinadas al mercado ilegal.

La intervención de la Guardia Civil se gestó tras meses de investigaciones y seguimientos que revelaron la existencia de una red significativa dedicada a la venta de drogas en Aranda de Duero. Las indagaciones comenzaron el pasado noviembre, cuando los agentes notaron un inusual incremento en el vaivén de personas en ciertos domicilios, lo que despertó sus sospechas.

Los integrantes de esta organización no solo tenían lazos familiares y de amistad, sino que también operaban con una estructura organizada y tomaban medidas de seguridad para evitar ser detectados por las autoridades. Las vigilancias realizadas permitieron comprobar su completa dedicación al negocio del narcotráfico, con más de 200 movimientos sospechosos registrados durante el periodo de observación.

El operativo se desarrolló de manera simultánea a través de cinco registros judiciales, a los que más tarde se sumaron otros seis en distintas zonas de la ciudad, incluyendo un establecimiento comercial y varios garajes. Este despliegue tuvo como resultado la detención de los implicados y el descubrimiento de un importante arsenal de drogas.

La Guardia Civil describió la situación como un auténtico "supermercado" de drogas, ya que se confiscaron cantidades significativas de diferentes estupefacientes. Los agentes aseguraron 2.100 gramos de speed, 748 gramos de cocaína y 1.100 gramos de hachís, entre otros productos que, en conjunto, habrían generado más de 13.400 dosis en el mercado negro.

Además de las drogas, se encontraron esteroides anabolizantes, utensilios de precisión para la venta y distribución de estas sustancias, así como un total de 80.040 euros en efectivo, dos vehículos de lujo, relojes de alto valor y armas ilegales, incluyendo pistolas eléctricas y un puño americano.

Más de un centenar de agentes han participado en esta operación, asegurando que todas las medidas necesarias se implementaran para hacer frente a esta estructura criminal. La acción ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Aranda de Duero y la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Burgos, con el respaldo de patrullas de Seguridad Ciudadana y unidades especializadas del cuerpo.