Crónica Castilla y León.

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Exalumnos de los Agustinos de León resaltan la humildad y el respeto de Prevost.

Exalumnos de los Agustinos de León resaltan la humildad y el respeto de Prevost.

En un emotivo mensaje dirigido a la comunidad educativa, el presidente honorario de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Agustiniano Nuestra Madre del Buen Consejo de León, Vicente Luis Gutiérrez, ha instado a los estudiantes a fomentar un entorno de paz y justicia en el mundo contemporáneo.

LEÓN, 9 de mayo. Durante una reciente conferencia, Gutiérrez reflexionó sobre la memorable visita del actual Papa León XIV al colegio en 2002, donde destacó su humildad y respeto. En aquella ocasión, el nuevo Sumo Pontífice, quien en ese momento ocupaba el cargo de prior general de la Orden de San Agustín, fue honrado por su participación en la celebración del centenario de la institución educativa agustiniana.

A pesar de no haber sido antiguo alumno, el Papa Robert Prevost tomó parte activa en el evento, presidió la ceremonia eucarística y se convirtió en asociado de honor de la Asociación. Gutiérrez, que en ese entonces lideraba la Asociación de Antiguos Alumnos, recordó la calidez y amabilidad del religioso, quien se presentó como un hombre común y accesible.

El relato de Gutiérrez también remarcó la profunda sensibilidad del Papa, quien se mostraba emocionado ante los gestos de afecto y la importancia de tratar a los demás con respeto, siempre orientado hacia la paz y el entendimiento. "Era fácil ver cómo se conmovería ante un simple gesto", comentó con admiración.

Debido a estas impresiones, Gutiérrez expresó su aprecio por el nuevo líder de la Iglesia católica, resaltando su cercanía a la comunidad. En particular, enfatizó la carta que el Papa envió tras su presencia en el centenario de la Asociación, donde no solo agradeció la invitación, sino que también deseó un futuro próspero para la entidad.

En esa carta, León XIV instó a los jóvenes a abrazar los valores de la amistad y a fortalecer las relaciones interpersonales, enfatizando la importancia de los principios del Evangelio. El mensaje concluyó con un llamado claro: "Os imploro que trabajéis por la paz y que forjéis un mundo donde la justicia prevalezca. Los valores agustinianos de amistad, fraternidad y caridad os guiarán en este camino".